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lunes, 12 mayo, 2025
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La sangre nueva derrotó al dúo Mancera-Levy

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Por: QUITO DEL REAL •

■ El son del corazón

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Si sólo leemos las notas aparecidas en la nube del periodismo tóxico, no se distinguirá el significado de los sucesos del domingo pasado, en la zona Juárez-Roma-Condesa del Distrito Federal. Ahí se encontrará una sola versión: los votos contra el proyecto del Corredor Cultural Chapultepec,  fueron inducidos por los militantes de Morena. Hacen referencia a una evidente manipulación, pero ninguna hace un comentario en favor de quienes votaron.

Ese es un periodismo liso y servil que actúa como pieza clave de la contención social, diseñado por el poder secreto de los grupos políticos, oficiales y empresariales. No lo inquietaron los eventos de la consulta pública y fue incapaz de valorar los testimonios directos y los riesgos de la calle. La vaguedad de sus interpretaciones lo puso en evidencia.

Vivimos sujetos a una prensa corrupta y mediocre; pero hoy, las mejores piezas de periodismo son escritas por la ciudadanía en las redes sociales o en los periódicos independientes. La prensa de la gente de a pie emprende sus primeras experiencias, porque no es posible obtener orientación o análisis de las empresas de comunicación que viven del presupuesto.

 

La necedad de Levy-Dabbah

Revisemos lo del 6.

La propuesta del Dr. Mancera y Simón Levy-Dabbah, en el sentido de concesionar por 40 años la Avenida Chapultepec a la empresa privada, a cambio de reformarla y ponerla a tono como polígono moderno de recreo, cultura y comercio, y de aportar utilidades, recibió una derrota enorme y estruendosa.

La importancia del evento debe ser examinada, porque ahí intervino un sector cualitativamente distinguido, amplio y diverso, de la Delegación Cuauhtémoc, con el apoyo de pequeños grupos de colonos provenientes de otras delegaciones, cuya experiencia se forjó en las movilizaciones urbanas de los últimos años, contra expropiaciones injustificadas, contra decretos lesivos, contra la represión y, sobre todo, contra el nido reproductor de funcionarios corruptos que sobrevive, imperturbable, en las oficinas del GDF.

En resumen, la propuesta del Dr. Mancera y el Sr. Levy-Dabbah chocó contra una vanguardia amplia de vecinos del DF, que desarrolla sus convicciones discretamente, pero con constancia, en todas las delegaciones políticas de este Valle de Lágrimas.

Las notas de los diarios omitieron una interpretación política de este triunfo resonante. Pero no sólo ellas. Tengo la percepción de que la brújula política de la camarilla central del PRD, ya perdió el imán que la hacía relativamente útil. Después de darse a la milonga, los Chuchos y sus incondicionales perdieron su relación con la gente. Ahora se dedican a lucirr sus barrigas saciadas en los pasillos de la Cámara y el Senado.

Vean si no: Chucho Zambrano hoy vota en contra de lo que suscribió ayer. El señor Acosta Naranjo es, en la actualidad, todavía menos que la gestión mediocre con que presidió el partido amarillo. ¿Ortega? No se sabe si vive con lucidez;  sus notas en el periódico  Excélsior se dedican a batear al cuadro, pero no va más allá, no sabe cómo, a la hora de interpretar  la decadencia de su partido.

La crisis del PRD lo hunde en acelerada decrepitud y ya pide tierra a gritos. Como todo organismo en ruina, al igual que la prensa subordinada, no sólo fue incapaz de interpretar el sentido de las demandas de los pobladores de la Juárez-Roma-Condesa, también se plantó en contra de ellas, las boicoteó con una propaganda falaz y desteñida, y envió a grupos de comerciantes ambulantes y de empleados del GDF a propagar la confusión.

En ausencia de análisis político, lejos de asumir un papel dirigente, inyectaron energía a su habilidad de agentes provocadores. Es evidente: el PRD busca evitar su caída, ejerciendo el papel de grupo de choque, en alianza con los partidos políticos más retrógradas del DF.

 

Una camada de nuevos dirigentes para la ciudad

La derrota de la propuesta del GDF ya se veía venir, porque es resultado de un largo proceso, de casi dos lustros, de protestas ciudadanas que aparecieron contra la ilegalidad de las nuevas edificaciones en muchas zonas de la ciudad y despertadas por la estela de podredumbre de los desarrolladores en todas las delegaciones, porque la corrupción es el requisito básico que lubrica las relaciones con los empresarios de la construcción.

En los inicios de la gestión del Dr. Mancera, se nombró a Simón Neumann Ladenzon como secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI). Propietario de su propia constructora y obviando un conflicto de interés, el señor Neumann se sintió el rey Midas y proporcionó licencias a las constructoras más cercanas a su corazón, para que construyeran lo que quisieran, con los pisos que desearan, donde así lo consideraran, y vender a precios no reglamentarios, sin tomar en cuenta los problemas de movilidad, agua y de desalojos de la gente pobre.

El escándalo, las movilizaciones y las voces contra Neumann crecieron exponencialmente y el ingrato Simón tuvo que salir de la SEDUVI y dedicarse a ser asesor especial, ‎encargado de dar seguimiento al desarrollo de los Centros de Transferencia Modal (Cetram).

Desde entonces, la larga marcha de los grupos de habitantes, contra la corrupción inmobiliaria enquistada en el GDF, adquirió su experiencia preliminar, política y organizativa. Iniciado durante la gestión de Neumann y ampliado en los últimos tres meses, cuando la necedad de Levy prendió la magia de las opiniones en contra, el proceso de organización incluyó gente de todas las edades, desde personas mayores, muchachos del barrio, comerciantes, artistas, intelectuales  y jóvenes profesionistas, hasta miembros de base de diversos partidos y de organizaciones sindicales.

Ciertamente, el movimiento no es de masas todavía, si se consideran las 22 mil opiniones que se emitieron el domingo pasado; pero hay que sopesar el resultado político (60% a favor del no), pues manifiesta que por debajo del movimiento surge una energía nueva, con nuevas visiones y capacidades, para detener esta nueva expresión del capitalismo neoliberal, representada por la depredación urbana.

 

Pero esto no ha terminado

Parece que el Dr. Mancera y el señor Levy no aprendieron de su derrota. Ahora buscan impulsar una nueva modalidad de inversión para el área del Corredor Chapultepec; argumentan que el fideicomiso creado para su construcción, operación y explotación sigue vigente y hay que revisarlo para modificar el alcance de su objetivo. En tanto, los vecinos de la colonia Condesa obtuvieron un recurso de amparo,  que concede la  suspensión provisional contra la declaratoria de necesidad y el título de concesión para la construcción de esa obra.

Esto significa que no se guardaron los cuchillos, para preparar un  nuevo capítulo de la batalla. El dinero de los desarrolladores sabe esperar. ■

 

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