El Patrimonio Cultural Inmaterial es la connotación que surgió de la reunión internacional de expertos, organizada por la Unesco en Río de Janeiro (Brasil, del 22 al 24 de enero de 2002), donde se determinó que el “Patrimonio Cultural Inmaterial” atiende las prácticas y manifestaciones basadas en el conocimiento, habilidades, instrumentos, objetos, artefactos y lugares, que son reconocidos por las comunidades y los individuos, y que adicionalmente son consistentes con los principios universalmente aceptados de los derechos humanos de igualdad, sustentabilidad y de respeto mutuo entre comunidades culturales. Este patrimonio cultural constantemente recreado y practicado por las comunidades en función de su medio y su historia, mismo que les procura un sentimiento de pertenencia, continuidad e identidad; contribuyen y promueven el respeto por la diversidad cultural y la creatividad de la humanidad.
El “Patrimonio Cultural Inmaterial”, abarca las expresiones orales; las representaciones artísticas; las prácticas sociales, rituales, eventos festivos; así como el conocimiento y prácticas sobre la naturaleza, por mencionar algunos de los 33 términos definidos y clasificados por categorías. Esto es: Todos los procesos y prácticas de la población (junto con el conocimiento y las habilidades, instrumentos y espacios involucrados) que son considerados esenciales para la identidad de estos grupos y para el mantenimiento de la cohesión social entre ellos. Las comunidades y los individuos en el mundo contemporáneo deciden la manera de reconocer como elementos de su patrimonio cultural inmaterial y continuar recreándolo en constante respuesta a su desarrollo y condiciones históricas”. Sin embargo basado en lo anterior, para el caso de Zacatecas se tendría la tarea de crear un acervo con documentos auditivos, audiovisuales con su respectiva transcripción, que den cuenta contundente del Patrimonio Cultural Inmaterial de la riqueza que alberga nuestro estado, a través de la riqueza de los municipios, poblados y localidades hasta llegar a la esencia de las personas que los habitan, y con ello testificar el patrimonio cultural inmaterial que les dio origen, tradición e identidad. ■
*Integrante de la Asociación de Historiadores Elías Amador,
Colegio de Arquitectos de Zacatecas, Cuerpo Académico 172, UAZ.
