La vida te lleva a caminos distintos, que planeas recorrer acompañado de tus seres queridos, los cuales apegas al sentido de la lógica y de la vida y siempre quieres, ansias y ruegas por irte de este plano antes que ellos, jamás después de ellos.
Entre líneas dejaremos ver siempre la forma de escribir nuestra historia. Misma que nos acompañara mientras las personas nos recuerden, independientemente de estar vivos o que nos sientan vivos.
La muerte arranca la paz, la confianza y la esperanza, sin embargo, mientras recordemos a nuestro ser amado, el permanecerá con nosotros el tiempo que así lo queramos.
Mi pésame para los familiares que tuvieron el infortunio de perder a sus familiares en los hechos lamentables del pasado miércoles.
La columna regularmente de opiniones políticas con un poco de chispa y humor, hoy los evitare y tratare de hablar un poco de la conciencia que debemos de tomar a partir de los hechos lamentables que día a día vivimos y de los cuales todos somos blancos imperfectos de ser víctimas.
Recuerdo que allá por el 2006 la vida en zacatecas era relativamente tranquila, empezábamos a salir a flote de malos gobiernos y medianamente íbamos creciendo, teníamos un producto interno bruto estatal que del 100% más del 40% era gracias al turismo.
Así es, extraño esos tiempos donde el turismo era demasiado, desde franceses hasta jaliscienses.
La realidad es que en los últimos 13 la existencia en zacatecas y en México cada día es más costosa, todos somos blancos de esta imperfecta situación que todos los días nos ata y nos hostiga, nos atemoriza, nos acorrala sin saber que decir y mucho menos que hacer. Cuando su servidor tenía 18 años hace ya bastante rato, recuerdo perfectamente la vida nocturna Zacatecana, donde la fiesta terminaba a las 5 am y salías del bar, antro o casa de tus amigos y no pasaba absolutamente nada, tan era insospechado que pudiese pasar algo, que ni alcoholímetro existía.
Estábamos llenos de calma y no de miedo.
Los hechos delictivos sucedían y seguirán sucediendo mientras no se deje de pensar en que la contención es el único método para acabar con algo que es imposible de contener. Estamos viendo como el barco se está hundiendo y aun buscamos como parchar con maderas endebles, soldar con parches de parches, los huecos en la estructura y jamás usamos los salvavidas para poder brincar a un nuevo barco el cual se llama prevención, la prevención solamente sirve para evitar cuestiones futuras. El futuro es mañana, es más el futuro es el punto final de mi columna en cuanto termines eso es tu futuro actual, y cuando la termines de leer, nos convertiremos en pasado.
Verdad que el tiempo es breve y relativo.
La prevención no va a evitar que pasen cosas, la prevención evitara que sigan pasando en un futuro mediato, no quieran magia en 4 meses. Ni somos magos, ni son enchiladas. Controlar este desorden social que lleva una década donde las abejas andan “sueltas”.
Anhelamos esos tiempos donde la vida era tranquila. Donde el trasiego del veneno social no estaba al alcance de nuestra juventud, donde era notable quien consumía sustancias fuera de la ley y quien simplemente observaba, extrañados o no, pero solo observaba.
La vida nos obliga a cambiar desde hoy y para siempre.
Creo pertinente decir que necesitamos dar un giro a nuestra forma de ver la vida, no somos amigos si no decimos nada, al contrario somos su cómplice permanente, el mismo complice que daña y no rescata, una acción por omisión. Si no decimos nada es como ver que algiuien se ahoga sabiendo que no sabe nadar.
Queremos que esto cambie, empecemos por nosotros mismos.
Necesitamos tomar conciencia de nuestros actos, ocupamos dejar nuestra forma de vida, necesitamos por fuerza, conciencia y sobre todo resistencia, evitar consumir productos que nos inciten a cometer conductas fuera de las que aprendimos en casa. Al salir de casa no somos otra cosa, más que el reflejo de lo aprendido. El ser humano debería tener y demostrar que del cien por ciento que lo integra como ser social un 90% es lo aprendido en casa 5% lo estudiado en la escuela y 5% lo vivido en la calle.
Haz cuenta de cuanto te pareces a lo que te “enseñaron” en casa y si no tienes ni el 90%. La escuela de la vida, la calle, te enseño para bien o para mal, lo que tú cuando seas padre, te tocara enseñar.
Si te gusta lo que ves y lo que enseñas, adelante y si no es así frena y comienza de nuevo. Jamás es tarde para cambiar de carril.
El tiempo es largo o corto, relevante o irrelevante y eso sí, siempre será relativo.
No son los corridos, no es el reggaetón, no son las narco series, no son los lujos, somos nosotros que no asimilamos que todo ello es FICCIÓN. Decía una maestra, que me impartió la clase de economía política hace poco más de 12 años “Somos un cascaron, lo que llevas dentro es realmente lo valioso en tu persona” cuanta razón tenía, si dejáramos de pensar, que lo que llevamos fuera nos define como personas, otro gallo nos cantaría.
Que tu padrino, sea lo que llevas dentro y te guie hasta donde tú quieras llegar.
Consejo recomendación: recuerda que en este viaje que se llama vida, tú decides a dónde quieres llegar y sobre todo, como quieres hacerlo.
Sabías que: la vida es el breve momento que puede ser eterno.
¡Ánimas! ■
