Como saldo de 30 años de abandono y a últimas fechas, agudizado por las reformas estructurales de Peña Nieto y aliados, el campo en Zacatecas y en el resto del país se encuentra en un estado terminal, en ruinas, lo que hemos constatado en nuestra labor al recorrer comunidades del primer distrito del estado, recibiendo de una manera reiterada la exigencia de que se legisle a favor del sector, la sociedad mexicana en su conjunto está sufriendo los efectos de la voracidad de políticos, de grandes empresas y de oportunistas, sin el campo no hay comida, no hay México, como parece olvidarlo el PRI gobierno.
Existe una ausencia total de política agropecuaria y alimentaria como todos lo notamos excepto este régimen priísta, que evidentemente carece de una estrategia, hay más de 4 millones de unidades productivas y 119 millones de consumidores, y el grave problema es que el mercado, acaparado por empresas extranjeras y nulos incentivos crediticios, tiene control absoluto en insumos, acopio, comercialización y ventas al menudeo, es decir, padecemos el control de una verdadera mafia del poder en el campo.
Por ello, podemos asegurar que no existe un verdadero programa de desarrollo en materia de producción de alimentos y de mejoramiento de las condiciones de vida de los mexicanos, y en unos pocos años, si las cosas no cambian, tendremos una dependencia alimentaria de más de 70 por ciento, lo que representaría un total sometimiento de la soberanía nacional a intereses en su mayoría extranjeros (Como ya lo podemos sentir al aprobar legisladores del PRI y el PAN la presencia de agentes armados en territorio mexicano, una total violación a la soberanía nacional).
Esto tiene muchísimas repercusiones, los niveles de pobreza y marginación que han venido creciendo de manera sistemática tienen una relación directa con los niveles de violencia e inseguridad en el país, especialmente en las zonas rurales, al desmantelarse el campo en el que estaba sustentada gran parte de la economía mexicana en el siglo 20, se creó una masa de gente pobre que ha emigrado o buscado otros medios de vida, integrándose en muchísimos casos a las organizaciones de crimen organizado, que han encontrado un gigantesco caldo de cultivo para que surjan, se mantengan y prosperen estos grupos, cuyas consecuencias podemos ver todos los días en violentos hechos que ya son el pan de cada día en nuestros pueblos, ciudades y barrios.
Por todo ello, debemos ser reiterativos alzando la voz para alertar sobre la urgencia de aplicar una verdadera política agroalimentaria y asumir la autosuficiencia en la producción de alimentos, y de esta manera sustentar con leyes un aumento de la producción de maíz blanco, maíz amarillo, frijol, arroz, trigo, soya, carne de bovino, pollo, leche y sus derivados, y demás productos agropecuarios, privilegiando los que son detonantes de mayores empleos, los que ahora representan un déficit mayor en la balanza comercial agroalimentaria, los más susceptibles a los efectos del cambio climático y a la volatilidad internacional de precios, los que muestran una creciente demanda en los consumidores, los que son fuente de subsistencia de millones de familias, y los que pueden promover y consolidar mercados regionales.
Por nuestra parte, en el congreso trabajaremos para elevar a rango de ley una iniciativa para crear un fondo de subsidio a los combustibles y electricidad para uso agrícola, lo que destensaría la situación financiera en el campo y daría a los campesinos una mayor capacidad de producir alimentos a precios accesibles a todos los mexicanos, generándoles la posibilidad de subsistir de su labor en las labores agrícolas, produciendo carne, y en fin, realizando todas las labores propias del campo, entre otros iniciativas en las que ya estamos trabajando para elevarlas a la máxima tribuna de nuestro país, y convertirlas en leyes que otorguen una mejor vida a todos los mexicanos.
No podemos permitir que se siga otorgando a grupos de poder económico las riquezas de la nación, es claro que las once reformas que aprobaron legisladores del PRI, PAN y Verde Ecologista a propuesta de Enrique Peña Nieto son sólo un instrumento para legalizar un despojo a los mexicanos, un robo de lo que ya estamos sufriendo sus efectos con una disminución de la calidad de vida, de los niveles de prosperidad de todos, nuestro país se está empobreciendo aceleradamente, como ejemplo, un trabajador común de cualquier lugar o empresa, en promedio desquita su salario con 9 minutos de trabajo, lo demás que realiza, jornadas de hasta doce horas, sólo enriquece a sus empleadores, al patrón y al gobierno por la vía de impuestos, a ese nivel está la situación de despojo a los mexicanos.
También nos solidarizamos con gremios que están cautivos al régimen, como trabajadores de gobiernos municipales, estatales y federal, taxistas y otros más, que están siendo amenazados en sus fuentes de trabajo en caso de no apoyar a los candidatos del partido en el poder, al depender de permisos o concesiones para poder trabajar, a todos ellos les decimos que no están solos, nuestra solidaridad y respaldo, sabemos de su esfuerzo de luchar día a día para sacar adelante a sus familias, es inmoral que se les coaccione, se les chantajee de esta forma, estamos con ustedes.
La sociedad está en una lucha, está consciente y ha caído en la cuenta de la situación en la que la ha llevado este régimen del PRI, al que poco le interesa las necesidades de un pueblo al que se debe, un gobierno que está gobernando para proteger los intereses de un puñado de privilegiados no puede durar más, los mexicanos merecemos más, un gobierno, un congreso que verdaderamente vele y se esfuerce por el interés superior, el interés de todos los mexicanos. ■
*Candidato del PT y el PRD a la Diputación Federal por el Distrito 1
