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jueves, 18 abril, 2024
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‘Moonage daydream’, de Brett Morgen

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Por: ADOLFO NÚÑEZ J. •

La Gualdra 546 / Cine

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Más que tratarse de un documental en su formato convencional, Moonage daydream (2022) del director Brett Morgen (Kurt Cobain: Montage of Heck, 2015), es una experiencia cinematográfica inmersiva y apabullante, que ahonda en la mente, en el proceso creativo y en el genio de un artista que nunca fue de este mundo: el grandioso e inigualable David Bowie.

El realizador tuvo acceso a miles de horas de material inédito de Bowie, con autorización directa de sus familiares. El resultado es un retrato íntimo, profundo y valioso de un ser humano extraordinario que se reinventó una y otra vez, y que, lejos de disipar los misterios detrás de su persona, enriquece los mitos e incógnitas que siempre la rodearon. Un ser singular que, de acuerdo con sus propias palabras, se dedicaba a “coleccionar personalidades”.

En lugar de reconstruir la vida del artista de manera cronológica, Morgen crea un collage de imágenes y sonidos de un montaje vertiginoso y experimental, que explora las diferentes e inclasificables facetas de Bowie. Así, el documental muestra la etapa de Bowie en los 70, su época en Berlín, sus colaboraciones con Brian Eno, su éxito masivo con el tema “Let’s dance”, entre muchos otros momentos emblemáticos de su carrera.

Narrado con voz en off por el propio Bowie, el filme de Morgen también muestra su desarrollo dentro de otras disciplinas y expresiones artísticas, que van desde la pintura (cuyas obras jamás mostró en vida) pasando por el teatro, naturalmente la música y finalmente, el cine.

En este último aspecto, el director, además de incluir secuencias de algunas de las películas en las que Bowie actuó, como The man who fell to earth (1976), The hunger (1983), y Merry Christmas, Mr. Lawrence (1983); también salpica al documental de imágenes y diálogos de infinidad de cintas como 2001: A space odyssey (1968), A clockwork orange (1971), Nosferatu (1922), Metropolis (1927), Un perro andaluz (1929), Blade runner (1982), entre otras. Lo cual no solo ilustra la presencia de Bowie en la historia del cine, sino que también señala la influencia del séptimo arte dentro de su extensa obra, que siempre fue de naturaleza teatral, emocionante e impredecible.

Sin enfocarse en la supuesta degradación de los músicos o celebridades al llegar al ocaso de su carrera, Moonage daydream resulta ser una obra atípica y estimulante que evita los lugares comunes de muchos rockumentales, al reflexionar sobre un artista que, de manera casi filosófica, encontró la paz consigo mismo y la mantuvo hasta sus últimos momentos.

Genio, músico, leyenda e ícono, David Bowie fue, además de uno de los artistas más influyentes de todos los tiempos, un individuo que supo aprovechar cada instante para expandir sus horizontes artísticos sin desperdiciar ni un segundo. Así, Moonage daydream demuestra que, dentro de su vida y su carrera, para Bowie solo existió la búsqueda de nuevos lenguajes y el ahora.

 

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/lagualdra546

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