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martes, 23 abril, 2024
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A 50 años de “el Halconazo”; el 10 de junio de 1971 no es un capítulo cerrado: historiador

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Por: ALEJANDRO ORTEGA NERI •

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■ Una marcha estudiantil fue atacada por un grupo llamado “Halcones”, formado en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz y vinculado a la Dirección Federal de Seguridad

■ A algunos agredidos los subieron a patrullas, ambulancias y autos privados para llevárselos, y jamás aparecieron

■ Según José Eduardo Jacobo Bernal, historiador e investigador de la BUAZ, se estima que fueron 120 muertos, pero se han rastreado expedientes de apenas 44 personas

■ No se atribuyeron responsabilidades y de las personas desaparecidas nunca se encontraron los cuerpos

 

El jueves 10 de junio de 1971, recién amnistiados, los líderes del movimiento estudiantil del 68 junto con universitarios de la Ciudad de México, para demostrar que la lucha no había terminado, convocaron a una manifestación que partió de las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional y el casco de Santo Tomás hacia el centro de la ciudad. En el transcurso de la marcha apareció un grupo de jóvenes armados con palos, bastones de kendo y macanas que arremetieron contra los estudiantes que se manifestaban de forma pacífica. A algunos agredidos los subieron a patrullas, ambulancias y autos privados para llevárselos, y jamás aparecieron.

La agresión fue cometida por el grupo de choque llamado “Halcones”, formado en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz y vinculado a la Dirección Federal de Seguridad. Después de cometer la agresión, entraron a las instalaciones del hospital Rubén Leñero y la Cruz Verde a rematar a los estudiantes que ahí eran atendidos. La cifra de estudiantes muertos y desaparecidos el 10 de junio aún es desconocida. Con la matanza del 10 de junio, conocida como “el Halconazo” o “Jueves de Corpus” se desvanecía la promesa de democratización de la vida política de los jóvenes en los hechos y en la lucha legal.

Para José Eduardo Jacobo Bernal, historiador y docente investigador de la Unidad Académica de Historia de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), el episodio del 10 de junio de 1971 no es un capítulo cerrado al que se le pueda cambiar de página, sobre todo porque no se atribuyeron responsabilidades y de las personas desaparecidas nunca se encontraron sus cuerpos. Según el investigador, se estima que fueron 120 muertos, pero se han rastreado expedientes de apenas 44 personas.

A decir del investigador, las conmemoraciones son importantes porque se trata de recuperar la memoria histórica, ese es el ejercicio fundamental, y en el caso de los 50 años del Jueves de Corpus es importante porque se da en un contexto no priísta, en el que hay más espacios y cobertura para este tipo de recordaciones y de acontecimientos que siempre fueron un “tabú” para el régimen del PRI, al igual que el 68 y la Guerra Sucia, que eran “trapitos sucios” que no les gustaba exhibir, pero que bajo este nuevo gobierno, desde la academia y las ONG se está poniendo mucho énfasis en recordar para que no vuelvan a ocurrir.

Además, hoy a la distancia temporal, se cuenta con nuevas evidencias: se han abierto archivos, se han desclasificado otros y el gobierno actual ha emprendido acciones importantes, como la eliminación del Estado Mayor Presidencial, un grupo al que estuvieron vinculados los paramilitares de los Halcones y que significaban, además, discrecionalidad del gobierno hacia estos cuerpos con claroscuros jurisdiccionales.

Asimismo y desde la trinchera de la enseñanza de la historia, José Eduardo Jacobo Bernal refirió que este tipo de temas han llamado mucho la atención de los estudiantes porque los reconectan con la idea de que la juventud es un actor político fundamental. “Ellos tienen la conciencia de que son importantes en los procesos democráticos no sólo electorales sino en general, pero necesitan reconectarse con estas luchas previas como el 68, el 71 o la huelga de la UNAM en el 99”.

Pero también este tipo de conciencia es fundamental para la ciudadanía en general, sostiene, porque si se piensa en la pregunta de “¿para qué sirve la historia”, se debe tener en cuenta que sirve para comprender mejor el presente, de ahí que la nueva tendencia historiográfica llamada “historia aplicada” plantee poner la historia al servicio de las problemáticas presentes, y ahí está la clave de seguir conmemorando acontecimientos como los de 1971, que reitera, no es un capítulo cerrado.

Finalmente, Jacobo Bernal destaca la creación durante este nuevo gobierno, de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, la cual considera que es muy importante en términos de memoria histórica y de recuperación del pasado, porque al menos se está buscando dar seguimiento a esos casos, porque después del 71, la represión derivó en una guerra sucia en la que hubo muchos desaparecidos y para el investigador son guerras históricas que el actual gobierno está tratando de resolver, lo que le parece bastante destacable, porque además de recuperar la memoria, dijo, se busca rescatar también al país.

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