A un mes de los violentos ataques de los que fueron víctima mujeres que participaron en la manifestación del pasado 8 de marzo, por parte de la policía y autoridades zacatecanas, se llevó a cabo un Pronunciamiento Feminista en Conmemoración. Este 8 de abril en el Callejón de las Campanas, renombrado «Callejón de la Tortura», grabaron los nombres de las mujeres que sufrieron estas agresiones dejando claro que se seguirá luchando hasta conseguir justicia.
A través de un comunicado y su expresión pública, la comunidad feminista sigue demandando justicia ante los trágicos sucesos acontecidos durante la marcha del 8 de marzo en Zacatecas. Manifestaron su firme rechazo hacia la represión, violencia policial y abuso de poder que sufrieron las participantes de dicha manifestación, así como periodistas y otras personas que se encontraban en la plaza al momento de los hechos. Con vehemencia, instaron a tomar medidas para exigir que las autoridades tomen responsabilidad.
Se resaltó que los acontecimientos de ese día representaron una evidente demostración de fuerza con el propósito de amedrentar y silenciar a las mujeres que, de manera pacífica, alzaron su voz para denunciar la violencia que a diario enfrentan en todos los ámbitos de sus vidas.
Se criticó la inacción y falta de respuesta del gobierno estatal ante las demandas de justicia y la destitución de los funcionarios implicados en los actos de represión. Se cuestionó la autenticidad de un discurso de paz promulgado por las autoridades, considerando que, en la práctica, el estado de Zacatecas sigue siendo testigo de una violencia generalizada que no se resuelve mediante decretos.
A pesar de la persistente aflicción y el temor que aún embarga a las afectadas, continúan reafirmando su compromiso de acudir a las instancias correspondientes para reclamar justicia y reparación del daño. La consigna feminista «no me cuida la policía, me cuidan mis amigas» resonó con fuerza, reflejando el impacto y la gravedad de lo acontecido.
Además, se informó sobre las acciones legales emprendidas, las cuales incluyen las denuncias presentadas ante organismos de derechos humanos, con la firme convicción de que estos actos de abuso de autoridad y violencia deben ser investigados y sancionados ejemplarmente.
Con valentía, desplegaron su malla roja a lo largo del callejón de la tortura, demostrando que la lucha continúa, y con gises se plasmó en el pavimento de la ciudad: «Aquí torturaron mujeres», «8M», «No pises nuestros derechos» y el nombre de cada una de las atentadas.
Su voz persiste como un claro y enérgico llamado contra la represión, la violencia policial y el abuso de autoridad. Con cada nombre escrito y cada consigna grabada en el callejón de la tortura, evidencian que la batalla continúa y que no descansarán hasta alcanzar «¡Justicia para todas!»
