La generación y el desecho de basura es un problema que tiene relación directa con el modelo extractivista en México, puesto que coadyuva con el despojo del territorio y el desplazamiento de las comunidades, afirmó Marisa Jacott, coordinadora de la organización Fronteras Comunes.
Explicó que el extractivismo en el modelo económico neoliberal se fundamenta en la sobreexplotación de los recursos naturales y el deterioro y despejo de la tierra y el territorio que pertenecen a las comunidades.
Es decir, “es una práctica que está dentro del modelo económico actual, que es parte de y que funcionan bajo las reglas del capitalismo y creemos que es a partir de este modelo como uno tiene que reflexionar. ¿Por qué llegó este proyecto aquí? ¿Por qué está la basura así? ¿Por qué a las mujeres no nos toman en cuenta?”.
En ese sentido, dijo que es importante identificar que en todo proyecto extractivo no habrá beneficios para las comunidades, sino que son los intereses económicos de grandes corporativos los que desarrollan esos proyectos.
Jacott señaló que, en ese contexto, la basura también es de interés económico en el capitalismo y en el modelo extractivista, ya que es posible hacer negocios sucios con ella, especialmente si hay residuos tóxicos.
“La basura como mercancía es ya una realidad y entonces debemos dejar de tirar basura y pensar en otros modelos de gestión, porque de lo contrario se va a desechar en pueblos o comunidades y les afectará en sus formas de vida”, expresó,
Refirió que hay muchas comunidades que han sido “toxificadas y basurizadas”, es decir, hasta por la misma composición de la basura, en donde los plásticos contienen diversas sustancias y activos, estos en realidad son residuos peligrosos.
Al respecto, detalló que, en Canadá, hace unos meses, se incluyó en su legislación ambiental a los plásticos como elementos tóxicos debido a que contienen más de 100 activos para hacerlos duros, flexibles, resistentes a la luz solar, entre otros.
Jacott detalló que, para el capital, las comunidades son territorios en sacrificio porque su modelo de gestión de basura consiste básicamente en desecharlo en la periferia de las grandes ciudades, sin considerar que provocará afectaciones socioambientales y psicosociales en otras comunidades.
Además, añadió que la instalación de todo sistema tóxico como un basurero, una industria u otra actividad económica suele generar más proyectos que hacen más fácil subyugar el territorio de las comunidades.