■ Necesarios, interdisciplinariedad y multisectorialismo para tratar la problemática, explica académico
■ La educación es un motor de cambio; universitarios deben fijarse hacia el desarrollo sostenible, exponen
Si el siglo 20 dio al pueblo mexicano un incremento en años de vida del 150 por ciento en promedio con respecto a su antecesor, el presente siglo deberá ofrecer no cantidad sino calidad de vida, pero eso sólo será posible si se protege la correspondiente del ambiente, expuso Juan Garza Ramos, profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien ofreció con su conferencia magistral Urbanismo, salud y políticas públicas frente al cambio climático, una introducción al tercer Simposio Internacional de Cultura Ambiental y Desarrollo Sostenible.
En tres días, en el evento que tiene la anfitronía del Cuerpo Académico de Biología Celular y Microbiología de la UAZ, liderado por la docente e investigadora, María Alejandra Moreno García, se expondrán 42 trabajos de 110 autores procedentes de 23 universidades e institutos de educación superior, nacionales y extranjeras, y 14 unidades académicas de la Máxima Casa de Estudios en el estado.
En su apertura, Garza Ramos invitó a los académicos e investigadores a tener una visión holística, alejarse de problemas particulares, y por el contrario, enfocarse en la problemática integral, “de todos”.
Dijo que estamos en un mundo en transición en aspectos institucionales, demográficos, económicos y de producción, entre otros, además, marcado por profundas desigualdades.
Para abordar esta problemática ponderó la necesidad de la interdisciplinariedad y el multisectorialismo y dirigiéndose a la comunidad académica reunida, expuso que poco se está enseñando a los estudiantes a trabajar en equipo.
Precisó luego de exponer una serie de consideraciones demográficas y de avance tecnológico que han impactado en la salud pública de los nacionales, que en la actualidad “tenemos dos méxicos, el del desarrollo y el del rezago”, por lo que los cambios ambientales los sufren los más vulnerables, quienes además se encuentran en las zonas rurales del país.
Aquí ofreció el dato, de que en este momento sólo 20 por ciento de la fuerza laboral se encuentra en estas zonas, la cual produce apenas 5 por ciento del PIB, cifras que dieron la vuelta a las que exponía el país a finales del siglo 19.
Vivimos en un mundo con pobreza, expuso, que se expresa no solamente en términos económicos, sino en sus variantes: física, intelectual, emocional, sanitaria, ambiental, social, cultural, educativa y en investigación.
El incremento de la población y de la desigualdad, y por tanto de las necesidades por cubrir en este momento para 7 mil millones de personas que para 2050 aumentarán a 9 mil millones, proponen la necesidad de reflexionar, “si destruimos el ambiente, ya no podremos producir alimentos”.
Refirió que si antes se proponía la ponderación del desarrollo económico por sobre el ambiental y social, hoy el esquema se expresa en círculos concéntricos donde el central refiere el cuidado al ambiente.
Agregó sobre el tema de salud, a la prevención como el paradigma a seguir en estos años, al que se refirió como atender “las causas de las causas”, mismas que ubicó otra vez, en la marginación y la pobreza.
Reiteró finalmente su rechazo a la superespecialización a la que opuso las visiones integrales para la solución de los problemas.
Por su parte Moreno García en su oportunidad, expuso que en materia de cultura ambiental, “hay camino que recorrer”, pues es evidente el daño que se ha hecho a la naturaleza.
Ante ello subrayó a la educación como un motor de cambio y específicamente propuso, entre otros aspectos, la “ambientalización” de la currícula para que todos los egresados universitarios se orienten hacia el desarrollo sostenible.
Luego de dar una serie de recomendaciones que implican el compromiso personal para con el medio ambiente, la académica sintetizó la actitud necesaria en la importancia de mantener “tu espacio limpio”.
El tercer Simposio Internacional de Cultura Ambiental y Desarrollo Sostenible, fue inaugurado con la presencia del director de la Unidad Académica de Biología, Hugo Sánchez Rodríguez, y en representación del Rector, Hans Hiram Pacheco, coordinador de Investigación y Posgrado de la UAZ. El evento se desarrolla en el auditorio de su Unidad Académica en Estudios del Desarrollo.
