En México hay un problema de violencia de género. Eso lo sabemos. Está en las estadísticas, en la promesa de nuestros gobiernos de prevenirla y combatirla. Sin embargo, es una lucha muy compleja, porque implica enfrentarnos en contra de cosas que preferimos no ver. Una de ellas es toda la violencia alrededor de la vida de pareja de una mujer. Ahí hay de todo, desde normalizar celos, conductas de control -como revisar celulares-, hasta, una de los lastres que falta mucho por erradicar: el grooming.
Le llamamos «grooming» a la práctica en que depredadores -y no hay mejor manera de llamarlos- empiezan a preparar a sus víctimas menores de edad para que acepten una relación sexual con ellos o ellas. Es el clásico ver hombres de 25 años, con trabajos y hasta hijos, saliendo con niñas de 14 años. Les dicen cosas como “Eres muy madura para tu edad”, y convencen a su círculo social con regalos y atenciones. “Es que está bien, porque él tiene carro y nos puede llevar a pasear” o “Él nos cuida”. Todas esas frases fueron repetidas hace algunas semanas en el podcast de la influencer Florencia Guillot Dorssi, quien tiene 5.9 millones de seguidores en TikTok. Ahí, Florencia Guillot les dio espacio a Mauricio Cuevas Ampudia y Paulina Florencia para hablar de casos de éxito de una relación, dando como ejemplo su relación. Mauricio le lleva 17 años a su actual esposa Paulina. La conoció cuando él ya trabajaba, tenía un hijo y ella estaba en la secundaria. Paulina relató como Mauricio, se la fue ganando, a pesar de que su mamá no estaba acuerdo de la relación. De hecho, Paulina dijo que esto la llevo a tener una mala relación con sus padres y en su casa. Todas estas son estrategias clásicas de grooming.
En el programa Florencia habló de que “La diferencia de edad no importa”, e incluso hizo alusiones de que Mauricio y Paulina “hicieron funcionar la relación a pesar del que dirán”. Afortunadamente, hemos avanzado, y el internet hizo viral el caso para señalar que lo que este programa estaba haciendo era normalizar la pedofilia y el grooming. Una cosa es tener diferencias de edad cuando una de las personas es mayor de edad, que ha vivido su vida, tiene redes de apoyo, y otra buscar una relación con una niña en secundaria cuando tú tienes 25 años. Estos casos nos enfrentan con la tradición de misoginia de nuestro país, donde mucha gente quiso justificar esto diciendo que así pasó con sus abuelas, o mamas. Es difícil decirlo, pero se tiene que decir: nuestras madres y abuelas enfrentaron esta violencia porque no había canales para denunciarla.
México está cambiando y enfrentándose con estos lastres. Después de la controversia, Florencia Guillot finalmente se disculpó ante su público. Ha sido una buena respuesta. Se disculpó aceptando su papel en romantizar el grooming, prometió que su equipo y contenido buscaría tener un mayor control de calidad ante de lanzar contenido. Además, comentó que ha buscado asesoría para temas de abuso infantil y juvenil, y que su contenido tenga esta perspectiva de prevención. Todos estos son elementos necesario en una disculpa pública. Guillot hizo referencia a que todos y todas las creadoras de contenidos son humanos y pueden equivocarse. Eso es cierto. Reconozco que lo importante no es nunca equivocarnos, es afrontar con responsabilidad nuestros errores. Guillot tiene una responsabilidad por su enorme perfil público de crear un contenido que no romantice delitos. Acceder a la crítica y virar su discurso es algo necesario para todos y todas nuestros personajes públicos.
Y claro, no hay que olvidar que ni Guillot ni Paulina son las “malas”. Muchas de las críticas se han centrado solo en ellas, por haber sido las voceras más visibles. Pero no podemos olvidar quién fue el que cometió el grooming: Mauricio Cuevas.
Basta ya de normalizar el abuso de menores y el grooming.