Hablar de remesas siempre llevará implícito el reconocimiento a la aportación que nuestros hermanos migrantes hacen a la economía de su lugar de origen, por lo menos así ha sido por décadas en Zacatecas.
Cada familia zacatecana tiene a alguien que vive fuera de las fronteras, la mayoría en Estados Unidos, pero también hay zacatecanos en otros países en el mundo. Dicen por allí que a donde vayas, siempre encontrarás un zacatecano.
Y es cierto, ya sea por experiencia propia o por pláticas con los amigos, en la sobremesa se cuentan las experiencias de cómo de pronto, no sólo nos identificamos con otros que son zacatecanos o hijos de zacatecanos, sino que en muchos casos hasta amigos o parientes resultan.
Esa bondad, siempre presente en aquellos que llevan a Zacatecas en el corazón, incluso les ha permitido encontrarse, organizarse y participar de programas sociales y gubernamentales, donde la aportación económica o en especie, tiene como destino alguno de los 58 municipios.
Sin embargo, hay un rubro donde esta efervescencia nomás no ha logrado la atención esperada: la participación electoral de aquellos mexicanos, zacatecanos para el caso, que viven en el extranjero.
La mayoría de ellos aceptan apoyar, aportar y participar, pero de las cuestiones políticas, de lejecitos mejor. Eso es lo que algunos nos han comentado, pero sobre todo lo que los números reflejan.
Pese a la pandemia que se vivió en los últimos años, el Banco de México reportó que Zacatecas recibió de enero a marzo de este año 358 millones 344 mil dólares por concepto de remesas, 11 por ciento más que lo recibido en el mismo plazo el año pasado, cuando fueron 322 millones 659 mil dólares. La cantidad más grande captada en los últimos 5 años.
Esta cantidad representa el 2.9 por ciento del total de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, (tome nota a este dato). Con ello, Zacatecas se coloca en el lugar 11, por debajo de entidades como Jalisco, Michoacán, Estado de México, CDMX, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz y otras. A nivel nacional el incremento fue del 18 por ciento.
La bocanada de oxígeno que representan estos recursos también da certeza y esperanza a la ejecución de las Políticas Públicas emprendidas por la gobernanza a cargo del fresnillense David Monreal Ávila, quien anunció una bolsa de 28 millones de pesos para el Programa 2×1 para Migrantes.
Debemos recordar que a la aportación del Estado se suma directamente la de los Municipios y la de los migrantes, por lo que la cifra se triplicaría a la hora de planear su ejecución. Un tema bien conocido en nuestra entidad, que históricamente ha sido referente del beneficio.
Incluso algunos otros países del mundo han seguido el caso Zacatecas para la implementación de programas gubernamentales donde la aportación de sus migrantes, así como el recurso público, pueda detonar la obra pública y social.
Según lo informado por Gerardo Flores, Coordinador de Comunicación Social del Gobierno Estatal, durante la presentación de las Reglas de Operación los municipios metropolitanos: Fresnillo, Zacatecas y Guadalupe, están interesados en participar del mismo.
Lo mismo que Noria de Ángeles, Santa María de la Paz, Tlaltenango, Moyahua, Susticacán, Enrique Estrada, Concepción del Oro, Mazapil, Miguel Auza, Sombrerete, Loreto, Trancoso y Calera.
También Valparaíso, Villa de Cos, Monte Escobedo, Nochistlán, Luis Moya, Tepetongo, Villanueva, Jerez, Apozol, Gral. Francisco R. Murguía, Río Grande, Gral. Pánfilo Natera, Juchipila, Juan Aldama y Jalpa.
Por lo que los trabajos de proyección e integración de los Comités de Validación de Atención a Migrantes (COVAM) ya están en marcha. Al igual que en las Federaciones y Clubes de Zacatecanos radicados en los Estados Unidos de Norteamérica.
Todo muy bien, se reconoce la labor del área gubernamental, pero sobre todo la buena disposición de los paisanos zacatecanos que están listos para colaborar en toda actividad que represente mejorar la calidad de vida de sus lugares de origen y con ello, el entorno donde viven sus familias.
Pero, y de la participación ciudadana a través de la vía electoral ¿cómo vamos?, aquí es donde algo no cuadra: Tomemos como ejemplo los resultados del proceso electoral del año pasado en Zacatecas, donde los mexicanos radicados en el extranjero ejercieron su derecho al voto.
Según el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), mientras que en la entidad se tuvo una votación superior a los 313 mil votos para el cargo de gobernador, sólo 643 eran votos que llegaron del extranjero.
Es decir, que el 0.1975% del total eran votos de migrantes zacatecanos interesados en hacer valer su derecho aún más allá de las fronteras. De estos 643 votos, 361 fueron por el actual gobernador, alguien que ha estado con ellos, en las ciudades donde radican; conoce de sus reclamos y necesidades.
Y aquí es donde vale la pena traer el dato por el que anteriormente le pedía tomar nota: mientras que a nivel nacional las remesas zacatecanas representan el 2.9 por ciento, la participación electoral desde el extranjero no llega ni al 1 por ciento, se queda en un 0.19 por ciento.
Si bien, el trabajo mano a mano con los migrantes zacatecanos apenas empieza, será buen momento no sólo para que, desde el ámbito gubernamental, sino también el social se incluya a los migrantes en otros aspectos de la vida pública y política de Zacatecas.
Cada dólar que envían representa un esfuerzo enorme en la planeación en sus propias finanzas y la esperanza de que el lugar que los vio nacer, aquel al que quizá no regresen o si lo hacen sea para despedir a sus seres queridos, sea definitivamente otro, mejor y más seguro.
¡De aquel lado de las fronteras hay otro Zacatecas! El que se ha visto en la necesidad de adaptarse una y mil veces a otro estilo de vida, pero que pese a todo nunca se ha olvidado de sus raíces.
