La corrupción es una práctica nociva que afecta todos los sistemas sociales, pero con efectos más profundos en poblaciones vulnerables y con mayor dureza en mujeres, sector que además representa una mayor proporción de los pobres en el mundo.
De acuerdo con el último Censo de Población y Vivienda emitido por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el Estado de Zacatecas registra con 831 mil 80 mujeres y 791 mil 58 hombres, es decir, el 52% de la población total en la entidad son mujeres.
Diversos estudios han demostrado que impulsar el liderazgo femenino es positivo. En la iniciativa privada las empresas que han dado la oportunidad a las mujeres en áreas directivas han reducido costos financieros generados por actos de corrupción.
Al respecto datos generados por World Values Survey muestran que el sector social de las mujeres tiende a ser menos corruptible porque suelen tener mayor aversión al riesgo y a factores como la rendición de cuentas lo que influye sobre las decisiones que toman.
Pero ¿cómo se puede combatir la corrupción con perspectiva de género?
Una condición importante para que la agenda de género avance es asegurar que las mujeres ocupen importantes puestos de toma de decisiones dentro de las instituciones públicas.
La nueva gobernanza que encabeza el Gobernador David Monreal Ávila, está conformada por demasiadas mujeres, hecho histórico nunca visto en Zacatecas. La institución encargada de combatir la corrupción recae en mi persona, orgullosamente mujer a cargo de la Secretaría de la Función Pública.
Para las mujeres y hombres que ocupamos un puesto en el servicio público implica un gran compromiso promover la igualdad de género como una estrategia para prevenir la corrupción. La agenda de género y la lucha anticorrupción son elementos transversales no solo en Zacatecas sino también desde la Agenda para el Desarrollo Sostenible.
Ante lo anterior, es importante garantizar la representación de las mujeres en puestos clave para avanzar la agenda de género, con ello se asume el más alto compromiso para que impulsemos estrategias diferenciadas para combatir este cáncer social.
En esta nueva gobernanza avanzaremos no sólo en promover la perspectiva de género, sino también en desagregar datos que nos permitan tomar las mejores decisiones, para dimensionar y comprender como los sectores más desprotegidos y los grupos sociales que viven en la periferia del desarrollo, son afectados por este problema social.
Lo mismo ocurre en la impartición de justicia. Por ejemplo, las penas por un mismo delito son diferentes entre los géneros: 23 años de cárcel en promedio para las mujeres por un delito grave, mientras los hombres reciben 17 años.
En la Secretaría de la Función Pública del Estado de Zacatecas contamos con el Sistema de Denuncia Ciudadana (SIDEC), en el cual el 80% de las quejas y denuncias son promovidas por mujeres quienes participan activamente y hacen escuchar su voz.
La corrupción debe ser atacada con perspectiva de género tanto en la prevención, detección y sanción.
En mi próxima entrega, profundizará más sobre este tema.
*Titular de la Secretaría de la Función Pública del
Estado de Zacatecas.
