■ El número, hasta este jueves, es de 27 muertos y 149 heridos; 12 siguen muy graves
(Publicada el 31 de julio) Desde hace más de 400 años, los habitantes de Mazapil salen cada 29 de julio a peregrinar para adorar a la imagen de “Nuestro Padre Jesús”; se trata de la máxima fiesta del pueblo. Este año el acto religioso terminó en la mayor tragedia que el municipio haya vivido según recuerdan sus habitantes. Un camión con un peso de 21 toneladas embistió a decenas de personas, dejando 27 muertos, entre ellos cuatro niños, además de 149 heridos: 12 siguen muy graves.
El miércoles de esta semana inició en la cabecera municipal de Mazapil la feria patronal. Ese día, poco antes de las 6 de la tarde alrededor de mil peregrinos oriundos y foráneos sacaron de la parroquia de San Gregorio Magno a un Cristo del siglo 16, para igual que cada año acompañarlo en su recorrido por las principales calles del pueblo hasta regresarlo de nueva cuenta a su iglesia. En esta ocasión decenas de creyentes no lograron cumplir su encomienda, ya que fueron víctimas de un fatal accidente.
Alrededor de las 6 de la tarde, en la calle 5 de Mayo de la cabecera municipal, circulaba sin frenos un camión de volteo modelo 1997, cargado de arena con un peso total de 21 toneladas. El vehículo se dirigía a la minera Peñasquito, según relató el habitante Efrén Espinoza, pues dijo que ya es costumbre que los transportistas pasen por ahí para acortar la distancia, no así por el camino obligatorio de tránsito pesado. Las autoridades desconocieron hacia dónde se dirigía el camión de doble remolque.
Trágicamente, en su recorrido el vehículo -propiedad de la empresa Construcciones Industriales y Transportes cuyo dueño es Asención Carrillo Vázquez- encontró a hombres, mujeres y niños feligreses, la mayoría campesinos y embistió con toneladas de arena a decenas de ellos. Casi en lo inmediato murieron 16 personas.
Según el director de los Servicios de Salud de Zacatecas (SSZ), Raúl Estrada Day, en el trayecto de Mazapil a Concepción del Oro hubo cuatro defunciones; en el hospital de aquel municipio murieron cinco; ya en la madrugada dos más fallecieron en Saltillo.
El señor Efrén Espinoza, habitante del lugar, refirió que sólo tienen una ambulancia, de modo que parte de la ayuda se tardó en llegar hasta una hora. A “muchos” se los llevaron en camionetas privadas.
Durante la visita que hicieron ayer al pueblo el gobernador Miguel Alonso Reyes y la secretaria de Salud, Mercedes Juan, se dio a conocer que respecto de los heridos, 24 se atendieron en el Centro de Salud de Mazapil con lesiones superficiales, 125 se trasladaron al IMSS de Concepción del Oro, 37 de ellos después se fueron a Saltillo y 12 siguen en estado muy grave.
Hay 10 personas no localizadas porque tuvieron atención médica privada. Entre los heridos hay dos mujeres embarazadas, menores de 15 años y adultos mayores. Fracturas y traumatismos craneoencefálicos están entre los padecimientos. La familia Cortés Juárez perdió a seis de sus integrantes; la familia Herrera a cuatro y de la comunidad de Santa Rosa fallecieron 10 vecinos.
Todo era fiesta, se respiraba un ambiente de gozo
El párroco de la iglesia de San Gregorio Magno, Filiberto Campos, relató que antes del accidente, en el sitio “todo era fiesta, danzas, música, cohetes; todo iba bien, se respiraba un ambiente de alegría de gozo, todos muy contentos de poder participar en la celebración de Nuestro Padre Jesús de Mazapil”.
Después del “estruendo” que se escuchó y la nube de polvo, la peregrinación se convirtió en una “escena terrible”, contó el párroco a las autoridades y a la prensa; pues en lo inmediato hubo muertos, gente que agonizaba y todo era un caos porque las personas no podían controlar sus sentimientos. Lo que él hizo fue auxiliar espiritualmente a los enfermos y absolver a los fallecidos.
La mañana de este jueves en la calle 5 de Mayo se pudo ver durante un recorrido, que en el piso, las paredes del salón ejidal y otros inmuebles aún había sangre, pedazos de ropa, guantes y algunos objetos que llevaban consigo los devotos. Hojas con las oraciones religiosas que cantaron y rezaron durante la peregrinación todavía se podían ver en el piso a pesar de estar empolvadas y manchadas de sangre. En el sitio ya habían colocado cruces y una imagen pequeña de “Nuestro Padre Jesús de Mazapil”.
La señora Juana Olga Guerrero Cárdenas participó como danzante en la peregrinación del miércoles por la tarde a la que dijo, fue gente de las comunidades de Sábana Grande, San Antonio, Cedras, Santa Rosa y Peñasco, así como también de Saltillo, Torreón, Guadalajara y Monterrey, pues consideran a la imagen de Jesús “muy milagrosa”.
Debido a que cinco de sus familiares murieron en el accidente, Olga Guerrero consideró que lo mejor será terminar la feria, que concluiría el 6 de agosto. “El pueblo está de luto y en honor a los fallecidos lo más viable sería seguir su novenario y suspender las fiestas patronales porque fue una tragedia muy grande”.
En tanto los habitantes de Mazapil deciden, los puestos de comida, ropa y juguetes instalados por la feria lucen desolados y sin ventas. No hay ruido a su alrededor y los juegos mecánicos se han empezado a desinstalar.
