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jueves, 28 marzo, 2024
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Juan Ramón Acosta, primer migrante zacatecano que muere en 2015 buscando el sueño americano

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Por: ALMA RÍOS •

■ Reporte oficial señala que perdió la vida el 17 de agosto; era originario de Genaro Codina

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■ Meses antes falleció su primogénito, producto de un aborto por la desnutrición de su esposa

El acta de defunción precisa el día de la muerte Juan Ramón Acosta Muñoz, el pasado 17 de agosto. Su cuerpo llegó en una camioneta a su comunidad natal, San Isidro, en el municipio Genaro Codina, el pasado sábado, donde fue velado por familiares y amigos, y luego sepultado al siguiente día.

Acosta Muñoz, señalan los familiares que esperaban noticias suyas en San Isidro, comunidad de Genaro Codina, caminó junto con otros cinco migrantes durante 10 días con sus noches en el desierto ubicado entre México y los Estados Unidos buscando hacerse llegar a Texas. En una travesía que pensó lo llevaría a conseguir dinero suficiente para mejorar su vida.

El maestro albañil, iniciado en este oficio a la edad de 15 años, había perdido tres meses atrás a su primogénito en un aborto ocasionado por la desnutrición de su esposa, con la que contrajo matrimonio hace alrededor de un año. Un hecho que lo conminó a buscar cruzar la frontera para asimismo, construir una pequeña casa que resguardara a esa familia que soñó tener.

Sólo el sueño iba a costarle 5 mil dólares, pero no pudo llegar al punto final donde debía pagarlos al coyote en quien confió para guiarlo hasta él.

Juan Ramón salió de Genaro Codina el pasado 5 de agosto, la información del Departamento de Protección del Consulado mexicano de El Paso, Texas, señala, fue el día 17 del mismo mes cuando la autopsia data la fecha de su muerte.

Su  cuerpo habría sido localizado por un helicóptero de la Border Patrol Sanderson el día 23, en el condado de Pecos, Texas, apenas cuatro días antes de que el zacatecano cumpliera 27 años de edad.

Los familiares en San Isidro recibieron una llamada el 20 de agosto. Era una de las personas que hasta un cierto tramo lo acompañaron en la travesía, para informar: “Juan se quedó, Juan no aguantó”.

Así comunicaron que lo habían dejado aún con vida en el desierto luego de cargarlo en peso varias jornadas en mal estado de salud, presuntamente porque el guía, al que conocen como Jesús Morales, hombre que dicen es originario de Ciudad Acuña, Coahuila y ha generado clientela durante años en esa comunidad, les había dado a beber alcohol.

La sustancia aceleró en un cuerpo no preparado para el recorrido largo y extenuante el proceso de deshidratación. Juan Ramón padecía sobrepeso y era su primer intento de cruzar la frontera mexicana con EU. Al parecer, ese grupo de migrantes tampoco había consumido alimentos las últimas jornadas.

Esta versión difiere con la que luego quedó asentada en los documentos oficiales, que precisa, que los acompañantes de Juan Ramón abandonaron un cuerpo inerte ya.

Tampoco hay precisión si fueron las acciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores las que condujeron a la localización del cadáver, o como lo dicen allegados del migrante, los vínculos en redes de zacatecanos en los EU.

Luego de haber visitado la delegación en Zacatecas de la SRE el mismo 20 de agosto; donde le habrían dicho que no podían hacer nada para su localización, su hermana María Auxilio Acosta Muñoz pegó en su muro de Facebook una fotografía de Juan Antonio para notificar su extravío a cualquiera que allá hubiera podido verlo vagando, todavía con la esperanza  de que hubiera tenido capacidad para incorporarse y llegar al otro lado.

Esta última versión refiere que una residente norteamericana de origen zacatecano lo habría reconocido, y ubicando la ruta cercana de cruce utilizada de manera acostumbrada por los migrantes notificó a las autoridades de la patrulla fronteriza que iniciaron su búsqueda.

Oficialmente la muerte del hombre, que antes integraba una familia de siete hermanos y que deja como deudos también a sus padres y esposa, se asienta ocasionada por la deshidratación y el cansancio.

Ellos, de cualquier forma, guardarán en la memoria las palabras que les dijeron fueron las últimas que pronunció antes de quedase solo en el desierto: “sí puedo, sí la hago”, y que generaron la esperanza de volverlo a ver con vida.

Juan Ramón es el único migrante originario de Zacatecas cuya muerte se ha registrado en la Secretaría del Zacatecano Migrante como parte de las ocurridas en este intento de cruzar ilegalmente la frontera hacia los Estados Unidos este 2015. Pero se integra a los más de 5 mil mexicanos que los últimos 20 años han perdido la vida en el mismo intento.

En reporte de Telemundo se señala entre otros datos del que citan como “hombre de nacionalidad mexicana” que fue encontrado muerto “en un potrero a cinco millas al sur de la carretera 90 entre Sanderson y Alpine” en el Condado de Pecos, Texas, que “no se sospecha de ningún crimen en el cuerpo”.

 

 

La Dirección de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la UAZ, no obstante, señaló como un crimen el abandono del tema migratorio por parte del gobierno mexicano, así como su deficiente política de Relaciones Exteriores.

La representación diplomática de México en los EU estuvo acéfala durante más de ocho meses dejando a los connacionales a expensas de una política norteamericana “de muerte”, que presenta creciente militarización de la frontera común con la que los socios comerciales de México han  querido más que dificultad o desalentar, busca aleccionar de manera ejemplar a los migrantes mexicanos, para que otros no lo intenten.

Los familiares de Juan Acosta también buscan la posibilidad de interponer una demanda contra el coyote que guió al trabajador zacatecano en esta travesía interrumpida, misma que habría tenido para él un costo de 5 mil dólares, y que no obstante derivó en una repatriación “gratuita” sufragada completamente por el Consulado mexicano de San Antonio, Texas, mediante la que se entregó el cuerpo a los deudos hasta su comunidad, San Isidro.

Con información de Andrés y Marcos Martínez Ortiz, Rigoberto Castañeda, secretario del Zacatecano Migrante, y Rodolfo García Zamora, director de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la UAZ.

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