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viernes, 19 abril, 2024
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Empresarios abandonarían a Meade.

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Por: GABRIEL CONTRERAS VELÁZQUEZ •

Es innegable que para el capital mexicano y extranjero, la elección presidencial significa dos cosas únicamente: nerviosismo e incertidumbre. Así lo dejaron saber hace unos días al presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, empresarios y representantes de los consejos regionales de Citibanamex, en una reunión a puerta cerrada.
Y llama la atención porque no sería la primera vez que la firma bancaria, intentando disimular su inquietud ante la ventaja que Andrés Manuel López Obrador refleja en las encuestas, gestiona en la opinión pública la agenda de inestabilidad, en caso de un eventual triunfo del tabasqueño.
Ya en marzo, Citibanamex publicitó su análisis “Perspectiva Política y Electoral 2018”, elaborado por su Departamento de Análisis Político, en el cual destaca que la derrota del PRI y del PAN en las urnas generaría: shock económico inicial, menor disciplina fiscal y disminución en el paso de las reformas implementadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
El escenario contrario, ya sea que encabecen las preferencias Ricardo Anaya Cortés o José Antonio Meade Kuribreña, calificados como perfiles “pro mercado”, abriría la puerta a la continuidad con el modelo económico actual, una misma visión económica, con disciplina, así como el respaldo a reformas, además de una diferencia estructural en el enfoque contra la corrupción.
Teniendo claras estas hipótesis es que la firma financiera y un cúmulo importante de empresarios, pidieron a la autoridad electoral nacional ayudara a clarificar la posibilidad de que cualquiera de los candidatos renunciara a sus aspiraciones, para dar paso al mejor posicionado de los aspirantes que represente una alternativa al modelo económico que impulsa el del Movimiento Regeneración Nacional.
Pero ¿qué representa Citibanamex y por qué la insistencia en fijar una postura en torno al clima electoral mexicano? Un dato no debe pasar por alto. El pasado mes de noviembre, el administrador de inversiones más importante en todo el mundo, con presencia en México desde hace diez años, y el tercer banco más importante en el mercado estadounidense, BlackRock, adquirió la gestora Impulsora de Fondos Banamex por aproximadamente 31 mil millones de dólares.
La multimillonaria empresa de gestión de activos, encabezada por Laurence D. Fink, ha comenzado a penetrar en México paulatinamente pero a profundidad, y de forma intensiva en el presente sexenio. Co-creadores del “Saving México”, BlackRock ha visto en nuestro país la oportunidad de expansión de sus fondos de inversión y no la ha desaprovechado.
Precisamente en el año de 2015, durante una celebrada en el Palacio Nacional, el Consejo Directivo liderado por Larry Fink se reunió con los integrantes del gabinete de Peña Nieto, donde recordó que “en su momento compartió con este grupo, incluso antes de ser candidato presidencial [Enrique Peña], las reformas que México debía impulsar para acelerar el crecimiento de su economía y hacer más atractivo” al país como un destino de inversiones.
En esa misma reunión, el presidente de la república recordó “que antes de ser candidato presidencial, en la ciudad de Nueva York, compartió con Larry Fink, que el PRI era el partido con posibilidad real de hacer una reforma como la alcanzada” en materia energética.
Un mes antes de aquella cena, en junio de2015, Petróleos Mexicanos (PEMEX) y BlackRock firmaron un memorándum de entendimiento, con el propósito de “acelerar el desarrollo de financiamiento de proyectos de infraestructura energética prioritarios para le estatal mexicana”, una vez que de la mano de First Reserve, inversionista en capital e infraestructura energética, la gestora de fondos de inversión también acordara compartir un proyecto de transporte de 1,430 millones de pies cúbicos de gas, diariamente distribuidos desde Texas hasta Guanajuato, conocido como Los Ramones II.
El gigante financiero de Wall Street al día de hoy tiene en inversión directa 130 mil millones de pesos de las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores. Para consolidar su preponderancia ha comprado tres indicadores en el centro intercambiario del país: el ILCTRAC (para exposición de acciones mexicanas de más alta capitalización), el NAFTRAC (para exposición de acciones mexicanas de alta capitalización), y el IMCTRAC (para exposición de acciones mexicanas de mediana capitalización).
De las empresas que conforman los tres indicadores de BlackRock en la BMV, resaltan: Kimberly-Clark de México, Gruma, los Grupos Aeroportuario del Pacifico, del Sureste y del Centro Norte, Wal-Mart de México, América Móvil, Grupo Financiero Banorte, CEMEX, Coca-Cola FEMSA, Grupo BIMBO, y Grupo Televisa.
¿Es latente la posibilidad de una fuga de capitales en caso de la derrota del PRI y del PAN? BlackRock ha dicho que no le preocupa el desenlace de la elección, y ya exploran destinos de inversión en Australia, Asia, India y Brasil. La descapitalización afectaría, sí, a los capitanes industriales mexicanos, de darse la maniobra.
No obstante, el gigante americano sufriría un revés en la asignación de contratos que PEMEX le otorgó para exploración de campos petroleros en México, de la mano de Riverstone y EnCap Investments, también en 2015.
Twitter: @GabrielConV

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