■ Crecimiento del outsourcing, mutilación de los contratos colectivos, otros obstáculos
■ Desmantelamiento de la seguridad social, otro resultado de la reforma en la materia
Según la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económico (OCDE), México destaca como el país en el que más horas se trabajan al año, un total de 2 mil 246, muy por encima del promedio mundial, que es de mil 766.
Asimismo, en relación directa con este fenómeno, las condiciones laborales en México presentan niveles de precariedad lejanas al resto de naciones que conforman dicho organismo.
Salarios bajos; altos niveles de informalidad y desocupación; crecimiento del outsourcing o subcontratación; mutilación de los contratos colectivos en una afrenta contra al sindicalismo y sus logros, y el desmantelamiento de la seguridad social son sólo algunos de los elementos que son constantes en la realidad laboral mexicana.
Contrario a lo prometido, la Reforma Laboral aprobada durante el sexenio del panista Felipe Calderón, ha golpeado a la clase trabajadora desde todos los flancos. En este 2017, por ejemplo, se homogenizó el salario mínimo en todo el país, el cual tuvo un crecimiento de poco más del 9 por ciento respecto al 2016, pasando de 73.04 a 80.04 pesos diarios.
Pese a este aumento, la inflación en los bienes y servicios elementales para vivir dignamente han presentado niveles muy por encima del alza al salario mínimo, generando con ello una pérdida histórica del poder adquisitivo.
De acuerdo con una nota publicada en el diario La Jornada el día 13 de febrero del presente año, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) alertó que ante los niveles de inflación “la ganancia real del salario mínimo (…) quedó a menos de la mitad del aumento inicial”.
En contraste, la concentración de la riqueza cada vez es más marcada en el país. De acuerdo con el informe de Oxfam Desigualdad Extrema en México: Concentración del Poder Económico y Político, en 2002, la riqueza de 4 mexicanos (Carlos Slim, Germán Larrea, Alberto Bailleres y Ricardo Salinas Pliego) representaba el 2 por ciento del PIB; entre 2003 y 2014 ese porcentaje subió a 9 puntos porcentuales. Ello significa que mientras el PIB per cápita crece a menos del 1 por ciento anual, la fortuna de los individuos más ricos se multiplica por cinco.
Sumado a esto, recientemente la firma Manpower publicó el estudio El empleo en México y sus perspectiva para 2017, en el que se advierte que nuestro país presenta los salarios más bajos de América Latina, Estados Unidos, Canadá y Europa.
Y aunque la autoridad federal insiste en el hecho de que pocas personas reciben únicamente un salario mínimo, las últimas estadísticas de ocupación y empleo del Inegi informan que durante el último trimestre del año pasado, un total de 24.5 millones de personas, es decir, 47 por ciento de la población ocupada en México ganó de uno a dos salarios mínimos.
El estado de Zacatecas no se distancia de esta realidad, pues en este mismo periodo, el 42.4 por ciento de los ocupados ganó hasta dos salarios mínimos, lo que en términos nominales se traduce en 266 mil 80 personas.
Además, actualmente en el estado más de la mitad (63.2 por ciento) de los trabajadores que registra el Inegi como ocupados, laboran en condiciones de informalidad, es decir, sin acceso a derechos y prestaciones laborales como la seguridad social.
