A diferencia de las caravanas anteriores, que recorrían en un día los 40 kilómetros de Tapachula a Huixtla, este grupo tardará tres días, ya que desde el inicio los organizadores se plantearon la idea de avanzar despacio para evitar el cansancio extremo.
Elementos de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración no disuadieron a más de mil haitianos, hondureños, salvadoreños, nicaragüenses y guatemaltecos que comenzaron a movilizarse poco después de las 7 de la mañana. La mayoría son hombres jóvenes, pero también hay familias enteras, con niños pequeños o incluso en brazos.
Sin respuesta ante los trámites migratorios, sin acceso a comida ni hospedaje por parte de alguna instancia de gobierno, ya planean un nuevo intento, con una caravana más que está prevista para este sábado.
"Se los llevaron", dijo a 'Reuters' Bertha, una mujer guatemalteca que narró llorando cómo "personas con camisa blanca" se llevaron a tres de sus hijos de cinco, cuatro y tres años cuando ella los dejó bajo el cuidado de otras personas para ir a comprar alimentos. En la víspera, otra de sus hijas le fue arrebatada de los brazos cuando la estaba amamantando, aseguró.