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viernes, 19 abril, 2024
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“Zuyaa Hueelu la?”, el baile del Año Nuevo zapoteco

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Por: La Jornada •

Juchitán, Oax. La tradición del baile “el viejo”, es una costumbre zapoteca de algunos pueblos del Istmo, en los municipios de Juchitán y Unión Hidalgo, a partir del 25 de diciembre, una pareja de hombres vestidos de viejos simulan ser abuelos de mayor de edad, uno es hombre y el otro mujer, ambos bailan al son de la música.

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El baile tradicional del viejo o “Zuyaa Hueelu la?” comienza con un canto que lo identifica, el cual significa el despido de un año para comenzar otro lleno de abundancia: “Buenas noches señores y señoras, venimos saludando para el año nuevo, caridad, caridad, venimos a pedir dinero para nuestros hijos en este nuevo año”.

El cronista juchiteco Tomás Chiñas Santiago ha realizado estudios acerca de este tradicional baile, el cual se caracteriza por preguntar “Zuyaa Hueelu la?”, que significa “¿Podemos bailar al son del viejo?”.

Chiñas Santiago narró que esta tradición del baile del viejo, surgió en el puerto de Veracruz en el año de 1875 al igual que la tradición de la rama, que comienza del 16 al 24 de diciembre.

“Según recuentos de datos del pueblo veracruzano, dicen que el baile del viejo se dio por vez primera cuando unos trabajadores de una conocida fabrica del puerto de Veracruz al ver que sus jefes no les dieron su aguinaldo; decidieron salir a las calles, vestirse como abuelitos simulando que el año viejo se va y esperando ansiosamente la llegada del nuevo año, con jaranas y bailes típicos, recibían dinero de parte de los espectadores y con ello juntaron el anhelado aguinaldo”.

Para el cronista zapoteca, la segunda versión del nacimiento de este baile del viejo, se dio cuando un personaje de Corea de edad adulta, recorrió con música todos los rincones del puerto jarocho acompañado de un menor de edad, mientras el cantaba, la gente le regalaba monedas y con ello se implementó anualmente esta tradición.

Expresó que se desconoce la fecha exacta en que este baile aterrizó a tierras zapotecas, sin embargo dijo que desde su llegada ha sido recibida con mucha euforia.

El historiador zapoteca manifestó que el baile del viejo en la región del Istmo es muy peculiar y único, debido a que son dos hombres adultos, jóvenes o niños, quienes se visten, uno de mujer y uno de hombre, con ropa típica (enagua y huipil, pantalón y camisa).

El viejo siempre pide permiso antes de bailar diciendo ““Zuyaa Hueelu la?”, “¿Podemos bailar el son del viejito?” y una vez que es aceptado, comienza la danza, la cual se efectúa en domicilio particulares y plazas públicas.

Para el baile del viejito se entonan canciones típicas o modernas, algunas van acompañados de banda musical en vivo, música grabada o a capela , quienes al son de la música danzan y al término se les da una cooperación que simula el aguinaldo”, indicó.

Para Tomas Chiñas, la tradición del viejo también ha sufrido transformación, porque ahora también la comunidad lésbico-gay se han incorporado en este baile.

“Ahora los muxes zapotecas también danzan al son del viejo, solo que ellos de una forma moderna, porque se disfrazan de personajes de la farándula, bailan temas de la actualidad, lo hacen durante el día y la noche”.

Los inocentes

Para Jacinto, Adrián, Lucio y Arturo de entre doce y catorce años oriundos de Unión Hidalgo, es la primera vez que danzan el tradicional “baile del viejo” y lo hacen por la noche, porque aseguran no quieren que esta tradición se pierda.

Los cuatro amigos y vecinos del mismo barrio “Inocentes” expresaron que antes de salir de vacaciones, sus maestros de la secundaria les contaron de este baile que va en decadencia en la comunidad, por lo que decidieron aventurarse y ganar unos cuantos pesos.

Para este 2015, comenzaron a danzar desde el 25 de diciembre, y lo hacen por las noches, tocan la puerta de las casas y si los aceptan comienzan a bailar.

Ellos cantan a capela, Arturo representa al hombre y Lucio a la mujer, la cual está vestida con su típico traje de istmeña, su enagua y su huipil pero de forma extravagante y exagerada.

“A nosotros nos gusta, es una tradición muy bonita y solo dura unos cuantos días, del 26 al 31 de diciembre, es la primera vez que lo hacemos y quedamos muy contentos, no nos incomoda que nos vean vestidos de mujeres, porque se trata de una dramatización o performance de nuestra tradición”, indicaron.

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