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sábado, 20 abril, 2024
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■ México Lindo y Podrido… y Zacatecas otro tanto Vivir es peligroso para la salud, ¡el miedo tambien mata!

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Por: JOSE DE JESUS REYES RUIZ •

“No tengo ganas de morir, así que lucharé. Pero si el
juego está perdido, quiero tener un buen final”.
La Peste, de Albert Camus

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En estos, los tiempos de pandemia, tendríamos – es una invitación formal – de leer – o releer – la ya clásica novela de A. Camus, La Peste, que relata una epidemia en la ciudad de Omán en el norte de África, ciudad que entra en cuarentena donde nadie entra y nadie sale, y donde se relata la vida del medico que atiende la pandemia, del sacerdote y de un periodista extranjero en el lugar que queda atrapado en la cuarentena y lucha para salir ya que el amor de su vida se encuentra lejos de ahí, y quien hace todo lo posible y hasta lo imposible para abandonar – ilegalmente – la ciudad cercada, solo para que cuando esta alternativa es viable, paradójicamente se niega a salir y se integra con muchos a las acciones sanitarias en ayuda de los afectados.

Llamó mi atención el hecho de que el sacerdote después de despedir a cientos, tal vez a miles de afectados en su iglesia desde solidarizarse con aquellos que murieron y entiende que es la hora de compartir su suerte, enferma y aunque su amigo el medico le asegura que no tiene los síntomas de la peste, él igual fallece en un par de días, por ¿depresión? ¿Por miedo? ¿Por solidaridad? Y en su certificado de defunción se apunta una frase que no puedo olvidar en las presentes circunstancias.

“MURIO DE PESTE ATIPICA”
Esta novela nos muestra lo que vive la sociedad en los momentos actuales, el miedo, la cantidad de fallecimientos, el reciclamiento de las cajas – de las que solo tienen 5 que se desinfectan y se vuelven a utilizar – las fosas comunes, la incineración de muchos de los cuerpos que no son reclamados, etc.

Pero también nos muestra la otra cara del ser humano, la del medico metido a su trabajo sin importarle las posibilidades de contagio, los grupos de voluntarios que se encargan de actividades sanitarias, la solidaridad con los mas vulnerables, el poner la vida del otro por encima de la propia.

La pregunta es si realmente estamos actuando como se comporto la sociedad de OMAN, una ciudad en cuarentena, porque los médicos aquí y en el resto del mundo – sobre todo en Europa – están cansados y desalentados por la evolución del mal y la falta de solidaridad de la sociedad toda, y claro que no logran ver la luz al final del túnel, de por si una gran cantidad del personal que tendría que estar a cargo del problema de salud, ha sido dado de baja por declararlo vulnerable ante la pandemia, y los que quedan en el frente de batalla no solo no ven la presencia de estímulos que apoyen su trabajo, ni si quiera tienen los elementos indispensables para la protección personal y a ello se debe que se incremente exponencialmente en ellos sus posibilidades de ser infectados y eventualmente de morir enfrentando el mal. Literalmente dando su vida por los demás, quienes en forma insensible siguen transitando cada día en mayor cantidad por las calles sin importarles la sana distancia y muchas veces sin portar la mínima protección que implica el cubrebocas.

Seguramente todos nos conmovemos y nos impresionamos porque vemos cada día más cerca la imagen de la muerte, cuando sabemos de algún cercano, o de algún familiar o amigo falleció víctima del covid-19, pero ni así actuamos en consecuencia.

Nuestras autoridades también pecan de omisión cuando sienten que el solo hecho de hacer declaraciones que suponen asusten a la sociedad, y mandando campañas en los medios el problema se controlara, se olvidan que el problema solo se sigue incrementando hecho que tendría que hacerles ver que sus acciones son ineficaces, hay que ir más lejos.

Desde la federación la Secretaria de Gobierno dice que se trata de educar a la sociedad y no implementar medidas obligatorias o coercitivas ¿De verdad creen que existe tiempo para educar a una sociedad tan compleja como la nuestra? que no ven lo que sucede en Europa donde prácticamente todos los países decretaron el TOQUE DE QUEDA que nuestras autoridades se niegan a implementar. Me pregunto si no les preocupa que estemos en el escenario de países como FRANCIA con 50 mil casos diarios o de España con 3 millones de casos acumulados y cifras récord de 20 mil nuevos casos diarios – con una población menor a la nuestra – FRANCIA incremento por el resto del año el toque de queda que inicialmente estaba programado para de 4 a 6 semanas, ESPAÑA simplemente cerro toda actividad NO ESCENCIAL hasta el 9 de mayo del 2021 y el resto de los países toman medidas similares.

Mientras el mundo la crisis no ha dejado de crecer desde inicios del año, y actualmente el récord de nuevos casos se encuentra en más de medio millón de nuevos contagios diarios, en nuestro país ya habíamos visto la reducción d por debajo de 5 mil diarios. Y sin embargo esta semana ya comenzó a elevarse de nueva cuenta hasta mas de 6 mil con Chihuahua que de nueva cuenta se viste de semáforo rojo y cuenta con mas de un 90% de las camas para estos pacientes ocupadas tanto aquellas sin como aquellas con equipamiento (monitores y ventilador) cuando el límite tendría que ser de un 35%.

Y en el escenario local cuando esperábamos estar frente a no mas de 50 contagios diarios y no mas de 5 muertes, actualmente estamos por arriba de 150 nuevos casos diarios, 15 decesos y cercanos al 50% de ocupación hospitalaria.

Entonces hasta cuanto vendrán las medidas menos pasivas como las que comentamos, ya no solo invitar por voceo a la población a regresar a casa y a utilizar cubrebocas a través de perifoneo en los centros – como 3 cruces – donde la gente anda libre por las calles sin sana distancia y sin cubrebocas.

Ahí podrán encontrar grupos de jóvenes dedicados a limpiar los vidrios de los carros sin utilizar cubrebocas, y claro sin la sana distancia por que exigen unas monedas y los conductores se las dan abriendo las ventanas y entrando en contacto directo con ellos.

No hay alternativas, tendrán que cerrar de nueva cuenta restaurantes, bares, comercios etc. Y las policías que de cualquier forma no logran bajar los índices delictivos – solo el fin de semana previo murieron por homicidios dolosos mas de 30 personas – se dediquen a recorrer las calles y amonestar a quien circule sin cubrebocas o a aquellos que rompan el esquema de la sana distancia.

De otra forma tendremos que enfrentar las consecuencias.

“A todos los hombres que no pudiendo ser santos, se niegan a admitir las plagas y se esfuerzan en ser médicos”. La Peste de Albert Camus. ■

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