Daniel Negreanu es una de las voces más autorizadas del mundo del poker. El jugador de poker canadiense ha ganado seis brazaletes de las World Series of Poker (WSOP), el festival de poker más importante del mundo, y dos títulos del World Poker Tour (WPT) a lo largo de su carrera profesional. Además, ocupa la tercera posición en la lista histórica de ganancias en torneos de poker en vivo, con más de 46 millones de dólares. Negreanu siempre ha sido muy activo en las redes sociales, especialmente en su cuenta oficial de Twitter. El pasado mes de mayo, el miembro del Salón de la Fama del Poker realizó una publicación de Twitter hablando sobre las razones más comunes por las que más mujeres no juegan al poker, creando un debate interesante y necesario sobre un tema importante.
El canadiense señaló en su publicación de Twitter que lleva 26 años consecutivos como jugador de poker profesional escuchando que “atraer mujeres al poker es un mercado sin explotar”. Pero la realidad es que han pasado los años y la situación no ha cambiado en este tiempo, y sigue siendo la misma que cuando Negreanu comenzó a jugar al poker en la década de 1990. Por este motivo, la leyenda del poker reivindica que es importante hacer un esfuerzo para aumentar la participación de las mujeres en el mundo del poker. Y es que, a pesar de que las mujeres constituyen más de la mitad de la población mundial, solo el 5% de los jugadores profesionales de poker son mujeres.
Las World Series of Poker (WSOP) es un punto de referencia para determinar la popularidad del poker. Cada año, miles de personas de todos los rincones del mundo, incluido México, viajan hasta la ciudad de Las Vegas, Estados Unidos, para participar en los diferentes torneos de poker de las WSOP, principalmente el Main Event de 10.000 dólares de entrada, que se juega bajo la modalidad Texas Hold’em. En promedio, las mujeres suelen representar solo alrededor del 4% de los jugadores que se registran en el torneo de poker más importante del mundo. En el resto de los eventos de brazaletes, las mujeres representan entre el 4% y el 8% de los jugadores, algo que también es habitual en la mayoría de los torneos de poker que se organizan alrededor del mundo.
La estadounidense Efthymia Litsou fue la mujer mejor posicionada en el Main Event de las WSOP 2022. Esta jugadora recreativa, que trabaja como directora de proyectos en Nueva York, terminó en el puesto 18 y ganó 323.100 $, convirtiéndose en la mujer que más lejos ha llegado en los últimos cinco años en el torneo. Sin embargo, la mayor presencia de hombres hace que ni siquiera se sitúe en el Top 100 de jugadores con mayores ganancias en el festival de poker, por lo que las cifras de ganancias de las mujeres se ven significativamente eclipsadas por las de sus homólogos masculinos. A diferencia de otros deportes, el poker profesional no separa a las mujeres y a los hombres, por lo que todos los jugadores, independientemente de su género, compiten por el mismo premio.
Las razones que explican la falta de mujeres en el poker
En 2021, la Women’s Poker Association (WPA) realizó una encuesta, de las cuales dos tercios de las encuestadas eran mujeres, en la que se preguntaba por qué no jugaban al poker. El 25% contestó que era porque no tenían los fondos suficientes para financiar tal interés. Esto sugiere que la poca presencia de mujeres va más allá de la industria del poker, y que existen problemas externos que impiden que más mujeres se adentren en juego de cartas. La brecha salarial de género es una de las principales razones que explican la falta de mujeres en el poker. Por ejemplo, en México, las mujeres ganan 27% menos que los hombres, según el estudio ‘Compromiso por la igualdad salarial: estado de la brecha salarial en las empresas’, elaborado por PwC México. De esta forma, los hombres tienen mayores ingresos y, por lo tanto, cuentan con más dinero para jugar al poker.
La brecha salarial de género no explica por sí sola la desproporción de hombres y mujeres en el mundo del poker. El poker es predominantemente un juego de hombres, y muchas jugadoras señalan que entrar en una sala de poker por primera vez puede ser intimidante. Por este motivo cada vez más mujeres optan por las salas de poker online para dar sus primeros pasos en el juego de cartas, ya que pueden aprender el juego a su ritmo desde la comodidad del hogar, sin que sus errores sean juzgados por otros jugadores. A pesar de ello, la falta de tiempo es otra de las razones que explican la poca presencia de mujeres. Y es que, en la mayoría de los casos, las mujeres son las que se encargan principalmente de la crianza de los hijos, de modo que tienen menos tiempo para competir en los torneos de poker.
Mujeres mexicanas en el mundo del poker
Es un error pensar que a las mujeres no les interesa el poker. Cada vez son más las mujeres que se interesan por el poker, especialmente por el poker online a través de dispositivos electrónicos, y aquellas que se toman el juego de cartas en serio tienen mucho éxito. En cualquier caso, hay que poner el foco de atención en las jugadoras profesionales para ayudar a alentar a más mujeres a jugar. México cuenta con algunas figuras del poker femenino, como es el caso de Dora Elia Fantini, que lidera el ranking femenino del país en el Global Poker Index (GPI), Natasha Vélez, Anahí Rivera, Cinthya Ríos, Norma García, Natasha Vélez, Luisa Morfin, Michelle Hinojosa o Iliana Chávez.
Norma García es una de las mujeres más conocidas en el poker mexicano, ya que es una de las pocas representantes femeninas que juegan y van a las giras. Teniendo en cuenta que su padre es jugador de poker, no es de extrañar que la poblana empezara a jugar a los 12 años, principalmente en modalidad Texas Hold’em con amigos. En 2016, García realizó su primer viaje a Las Vegas para participar en las WSOP. Más allá de las WSOP, ha destacado en torneos importantes como el Main Event del PCA en Bahamas. Respecto al debate de la presencia de las mujeres en el mundo del poker, García señala que las mexicanas no están acostumbradas a jugar con hombres, pero piensa que el número de mujeres se incrementará en los años por venir.
