(5 CONCURSO DE CUENTO CORTO DE LJZ)
Había una vez un águila que soñaba con un tesoro, con tener muchas riquezas, dinero y joyas, diamantes, esmeraldas, etcétera. Un día, se decidió a ir en busca de un tesoro, pero no tenía idea de cuál.
– Mmm… ¿qué tesoro puedo buscar?, no se me ocurre ninguno. Tal vez una comida me ayude a pensar.
Entonces, el águila voló para buscar algo de comer, y a lo lejos, en un árbol, vio una ardilla; cuando iba a descender para atraparla, se dio cuenta de que no era una ardilla normal, sino una ardilla voladora, y al percatarse de que el águila iba hacia ella, la ardilla voló rápidamente saltando entre las ramas de los árboles, entonces el águila comenzó a perseguirla hasta que finalmente la atrapó. La ardilla suplicó: ¡No me comas, por favor, te lo ruego!, a lo que el águila respondió – ¿Por qué debería hacerle caso a alguien inferior a mí?… mira estoy en busca de un tesoro y una comida me vendría bien antes de empezar-.
- ¿Un tesoro, dices? -preguntó la ardilla.
- Sí, un tesoro, ¿acaso estás sorda?
- No, es sólo que yo sé de uno muy jugoso, pero no te interesará.
¡No, no!, dime, me interesa, dijo el águila rápidamente.
- Mira, te lo diré solamente si me dejas libre, contestó la astuta ardilla.
- ¿Cómo sé que no te escaparás cuando lo haga?
- No lo haré, te lo prometo.
- Está bien, dijo el águila.
El águila liberó a la ardilla para que le dijera la ubicación del tesoro.
- Ya te solté, ¡ahora dime!
- Bien, pero…
- ¿Pero qué?, contestó el águila, impaciente.
- También tendrás que darme una parte del tesoro.
- ¡Bien!, dijo el águila, sin más remedio.
- Bueno, en marcha.
Entonces, los dos animales empacaron cosas para el viaje y se embarcaron en una gran aventura. Juntos surcaron los cielos, cruzaron bosques tenebrosos, ríos salvajes y combatieron contra varios enemigos, hasta que llegaron al lugar señalado, que estaba vigilado por grandes lobos; pero el águila y la ardilla los combatieron y, al final, llegaron al cofre que contenía el tesoro, pero estaba resguardado por una gran criatura que era una especie de mezcla de murciélago y león, con una gran cola de dragón. Entonces, hubo una gran pelea con puñetazos, pisotones, mordidas de cola y picadas de ojo, hasta que al final la ardilla se paró sobre una roca para poder volar y, así, se lanzó y golpeó a la criatura con tal fuerza que ésta tuvo que huir. Ambos animales festejaron su victoria con un abrazo. Al final abrieron el cofre que estaba lleno de oro, diamantes, esmeraldas, joyas y un sinfín de riquezas.
Desde entonces, estas dos amigas se embarcan en grandiosas y divertidas aventuras en busca de grandes tesoros.
Autor: Adrián Manuel Esparza Orozco
Escuela Primaria Francisco Villa
Zacatecas, Zacatecas