México, DF. El presidente Enrique Peña Nieto visitó esta tarde en el hospital ABC de Santa Fe a los heridos de la explosión de esta mañana en Cuajimalpa.
El mandatario estuvo acompañado por la secretaria de Salud, Mercedes Juan.
En ese centro médico son atendidos varios de los adultos y niños que resultaron con lesiones y quemaduras a consecuencia del incendio provocado por la explosión de una pipa de gas en el hospital Materno Infantil de Cuajimalpa.
En la clínica ABC se encuentran internadas 22 personas.
Durante la visita, el primer mandatario no sólo deseó pronta recuperación para todas las personas que resultaron afectadas en el siniestro, sino también informó que en el diálogo con el jefe de gobierno capitalino, Miguel Angel Mancera, se comprometieron a encontrar los mecanismos necesarios para que una vez superada la emergencia, reconstruir lo más pronto posible el Hospital Materno Infantil siniestrado.
“Entendemos que tiene una alta demanda en la zona, y es un tema en el que el gobierno de la República estará brindando apoyo”, dijo durante su visita al ABC.
Por separado, el cardenal Norberto Rivera Carrera visitó esta tarde noche en el Hospital ABC a los familiares de las víctimas de la explosión.
El arzobispo primado de México acudió al lugar para dar a conocer a los familiares la carta que hoy le hizo llegar el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de El Vaticano, en la cual el Pontífice expresa su pesar por la “dolorosa noticia” y añade que “ofrece sufragios por el eterno descanso de los difuntos”. También el Papa hizo llegar a través de esta misiva su pésame a los familiares de los fallecidos y heridos, entre ellos muchos niños.
El cardenal Norberto Rivera leyó la carta a los afectados y les hizo saber la cercanía tanto del Pontífice como del arzobispado de México en estas difíciles circunstancias.
Rivera Carrera les señaló que el Papa “está sufriendo junto con ustedes esta tragedia y los acompaña en su dolor, está pidiendo no sólo por los niños y las personas adultas sino también por los familiares que están en este trance tan difícil”.
Antes de retirarse, el prelado impartió la bendición a los familiares y les obsequió a cada uno un crucifijo. Se comprometió a orar por la pronta recuperación de los lesionados.
