“…Toda persona física o moral que con su acción u omisión ocasione directa o indirectamente un daño al ambiente, será responsable y estará obligada a la reparación de los daños, o bien, cuando la reparación no sea posible a la compensación ambiental que proceda, en los términos de la presente Ley.
De la misma forma estará obligada a realizar las acciones necesarias para evitar que se incremente el daño ocasionado al ambiente…”
Artículo 10 de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental
El gobierno de Miguel Alonso deja muchos temas pendientes en la agenda ambiental de Zacatecas y, en lo personal, lamento mucho que las autoridades del sector, no hayan tenido la asesoría o la inteligencia suficiente para aplicar en los hechos, una adecuada política ambiental que conciliara los intereses ecónomicos desmesurados de codicia con las aspiraciones sociales de contar con un desarrollo sostenible. Hoy podemos afirmar que ni las presentes ni las futuras generaciones de zacatecanos, tienen un panorama claro en materia de recursos hídricos, seguridad alimentaria o estrategias claras para la mitigación o adaptación al cambio climático. Sin duda, cuando la autoridad no fija reglas jurídicamente sustentadas, predomina la barbarie contra la naturaleza, así nos lo ha demostrado la historia ambiental de Zacatecas; en este contexto, San Felipe de Nuevo Mercurio, Noria de Ángeles, Salaverna, el Ejido Saucito del Poleo, Mazapil, Vetagrande o otros lugares más, dan cuenta de lo endeble que son tanto la Secretaría del Agua y Medio Ambiente, como las delegaciones federales de Profepa y Semarnat. Aunado a lo anterior, una gran parte de las organizaciones ambientalistas están domesticadas y sus representantes solo ven por sus propios intereses, lo cual, genera las condiciones idóneas para que en nuestro estado, se sigan generando eventos que afectan intergeneracionalmente a los zacatecanos. Así las cosas, nuestras autoridades del sector ambiental se dedican a todo menos a lo que jurídicamente están obligados, así, los hemos visto entregando roscas de reyes, haciendo campaña política a favor de candidatos oficiales, haciendo concursos de dibujos y otro tipo de simulaciones que ofenden a las inteligencias más elementales. Así, en Zacatecas la Minera Saucito SA de CV, vierte accidentalmente, 450 toneladas de jales sobre una parcela y un terreno industrial desde el pasado 6 de diciembre de 2015 y, a decir del propietario, se reporta un 85% de recuperación del material, por su parte, Profepa velará según se dijo, por que se restauren las condiciones ambientales existentes antes del derrame, a lo cual estaremos atentos. Otra más, en territorio colindante con San Luis Potosí, se pretende adecuar un sitio para el confinamiento de desechos industriales peligrosos; aquí la cosa está más interesante puesto que yo dudo mucho que los ejidatarios y habitantes de la línea fronteriza entre Mazapil y la citada entidad, conozcan el término desechos tóxicos, por lo que sería bueno ver a la autoridad ambiental entregando folletos informativos sobre los riegos y bondades de tener cerca, este tipo de sitios como cuando entrega roscas de reyes casa por casa, aunque Mazapil pues está muy lejos como para hacer tal labor, además, allá puede ser que no existan muchos votantes lo cual hace decaer al interés más fiel y ensombrecer a la sonrisa colgate más blanca. Por lo demás, nosotros como población, en ejercicio del derecho a la información, no nos han enterado de tal proyecto, bueno, sólo a los que tienen internet como es el caso de los pobladores del semidesierto, allá tienen ese tipo de modernidades y más. Entonces, nuestro querido Zacatecas, se encuentra ambientalmente insostenible pues nuestras autoridades también son insostenibles e inexistentes, por lo que no nos queda más que actuar como ciudadanos organizados y, en este entendido, estamos haciendo brigadas de jóvenes estudiantes de la licenciatura en derecho, para analizar de cerca este tipo de casos y fundamentar jurídicamente, la violación flagrante a los derechos humanos relacionados con el ambiente. Sabemos que muchas comunidades y pobladores no cuentan con la asesoría legal y la orientación técnica necesaria para conocer las consecuencias de rentar o usufructuar sus tierras a bajo costo y por muchos años, lo cual es aprovechado por los industriales bajo la complacencia de las autoridades, de tal suerte, hay mucho por hacer en materia de justicia ambiental, pues está visto que los personajes que han tenido la oportunidad de trabajar ambientalmente por Zacatecas, han dejado pasar el honor de servir al pueblo, así que las presentes y futuras generaciones, se los demanden. ■
*Representante de Zacatecas ante el
Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable
