“Ya es tiempo de mujeres, las mujeres también somos grandes deportistas” dijo Patricia Barbosa Galván, mujer boxeadora del municipio de Miguel Auza, Zacatecas, quien este sábado participó en el torneo femenil de box, en el marco del 25 de noviembre, Día Internacional por la Erradicación de la Violencia en contra de las Mujeres.
Fue en la Plaza Goitia, en el Centro Histórico de Zacatecas, donde mujeres de todas las edades se reunieron en un torneo interestatal, en el que Patricia, quien tiene menos de un año practicando profesionalmente la disciplina, dijo que en un deporte “hecho supuestamente para hombres”, las mujeres llegaron a romper estigmas y patrones, pues son cada vez más quienes se suman a este deporte “demostrando que podemos lograr lo que la sociedad dice que no”.
“Comencé a boxear hace nueve meses, soy novata aún en esta disciplina, sin embargo, entre con muchísimas ganas de demostrar que las mujeres sí podemos estar en espacios que fueron creados solo para hombres. Hay más mujeres intentándolo, perdiendo el miedo”.
Dijo que, en la actualidad, ya todo es igual, para todos y todas, y que, aunque aún hay mucho por hacer dentro del ámbito deportivo para abrir nuevos espacios seguros, sin discriminación, estigmas y violencia, a mujeres deportistas.
“Ya ahorita creo que estamos en una época donde ya es igual todo, o sea, nuestro género ya pierde el miedo y se lucha por los sueños en cualquier deporte”.
Hay muchos casos de mujeres que no se han “lanzado” a la aventura de ejercer sus derechos con libertad, entre ellos el deporte, por miedo a “no poder”, porque el sentimiento ha arraigado tanto que, incluso, cuando otra mujer quiere hacerlo, el consejo de sus congéneres es “piénsalo bien”, y los comentarios van desde “¿no te da miedo?”, hasta “ojalá que no te pase nada malo”, expresó Patricia.
Al ser el deporte un ámbito público, la incorporación de la mujer en él se hace de manera tardía y de forma inequitativa, salvo algunas excepciones. El deporte es una vía para el desarrollo del cuerpo, coordinación, salud, pero también es excelente para relacionarse con los demás, pues se comparten emociones y sensaciones, es decir, toda una gama de satisfactores que deberían estar al alcance de la mujer por constituir parte de sus derechos humanos. En este sentido, la equidad en el deporte es buscar para las mujeres las mismas oportunidades para desarrollarse en todas las facetas del ámbito deportivo, pues en la realidad han encontrado obstáculos y barreras erigidas por los estereotipos culturales. Por siglos, a la mujer se le vio como mero objeto estético, lo cual la marginó de la práctica deportiva.
