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jueves, 28 marzo, 2024
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Máxima Casa de Estudios cerró puertas a la lucha social hace años: Carlos Reveles

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ Académico señala la ausencia de la Universidad en respuesta de las causas campesinas

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■ Despojado, 60 % del territorio zacatecano, por la exploración y explotación minera, expone

 

En la década de los 70 del siglo pasado, la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) fue un refugio para los campesinos que luchaban por la tierra. Ahora la Máxima Casa de Estudios de la entidad ha cerrado sus puertas a la lucha social “amurallada y atemorizada”, afirmó Carlos Reveles Delijorge, profesor de esa institución.

El teatro Calderón, recordó, se caracterizó por “el olor a pies, el olor a sudor, de mis compañeros campesinos que ahí se resguardaron de la represión del gobierno cuando invadieron tierras u buscaron en la Universidad un lugar en el cual refugiarse y encontrar una juventud solidaria, sensible a su necesidad”.

Contrario a ello, hace mucho tiempo que la Universidad no cobija a las luchas sociales que resisten al despojo de que es objeto la población zacatecana por la avaricia de los proyectos mineros y los gobernantes en turno.

“Aquellos que alguna vez conocieron la universidad democrática, científica, crítica y popular, aquella que en sus aulas recibió a campesinos que luchaban por la tierra, a colonos que buscaban un lugar donde vivir, esa universidad no existe más. Es una universidad amurallada y atemorizada, alejada de la sociedad”, expresó Reveles Delijorge.

Expuso también que 60 por ciento del territorio del estado de Zacatecas “ya no nos pertenece”, pues fue concesionado para la exploración y explotación minera, de manera que las comunidades campesinas ya no son las dueñas de sus tierras.

En Mazapil, los habitantes del ejido de Los Cedros ahora tienen que pedir permiso a la empresa canadiense para entrar a los espacios que antes fueron suyos, es decir, han sido despojados.

En consecuencia, las reses se mueren por el agua envenenada que deshecha la minera Camino Rojo y las tierras en Villa González Ortega siguen contaminadas después de la explotación de la minera Real de Ángeles.

En Calera, comentó Reveles Delijorge, hubo una época en que ése era un lugar próspero para la agricultura y ganadería, pero los ejidatarios fueron despojados de sus tierras y agua “para nutrir la ambición de la cervecería Modelo”.

Décadas atrás, reiteró, era común observar a campesinos que acudían al comedor estudiantil de la UAZ cuando solicitaban a pedir apoyo a los estudiantes, pero “hoy, los muros y las puertas de la Universidad están cerrados; los miembros del Stuaz vigilan esas puertas para que no entre nadie que no tenga como misión ir a aprender y reproducir el pensamiento dominante. Eso también es despojo”.

 

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