En el marco del primer “Congreso Internacional en línea: Género, feminismos y sexualidades disidentes. Encrucijadas y vías», el académico Jorge Reitter, psicoanalista y docente de la Universidad de Buenos Aires, precisó la necesidad de replantear la idea del psicoanálisis para que continúe siendo útil e inclusivo.
Siguiendo la temática del congreso, el catedrático contrastó dos lecturas sobre el psicoanálisis con relación a las distintas identidades de género y orientaciones sexuales; por un lado citando a los defensores de Lacan, que aseguran que la identidad de género es un tema que se puede «curar» y ya ha sido resuelto desde los principios del psicoanálisis; en contraste, están aquellos, como Reitter, que proponen un autoanálisis y apertura, de acuerdo al actual momento histórico.
A modo de crítica, Reitter compartió las estrategias de Michael Bassols para anular las perspectivas de que hay una nueva forma de acercamiento al psicoanálisis, siempre que la visión lacaniana invisibiliza las nuevas percepciones de género.
“La diferencia de los
sexos no existe en
el inconsciente, sino
en lo que se transmite
ya en lo social”
Según precisó el ponente, posturas como la anterior «licuan lo gay, lo trans, etc., bajo una sola denominación, queer», lo que es equivalente a cuando se dice que nadie es normal, borrando a su paso todo lo diferente al enfrascarse en lo no normal; en lo omitido y cotidiano se presentan diferencias, dijo, por lo que «generalizar o apropiarse del término queer roba la lucha política y el sentido que se le ha dado» en la actualidad.
Por su parte, Paul Preciado habla de la identidad que le dan al sujeto, siempre que la diferencia de los sexos no existe en el inconsciente, sino en lo que se le transmite ya en lo social; en este tenor, plantea que no se puede generalizar porque, por ejemplo, si un hombre trans intenta tomar un vuelo, pero su pasaporte aún es de mujer, no va a ser tratado igual que una persona heteronormada ni sufrirá las mismas reacciones por una actividad en común.
Con esto, entonces, Reitter y Preciado pueden afirmar que las estrategias antiguas o normativas dejan al margen al sujeto de la política; «no se menciona la violencia que sufren las personas por su orientación sexual o de género», lamentó.
En este tenor, el ponente enfatizó en que «el testimonio de tantas personas LGBT ha sido patologizado, violentado, por no responder a la heterosexualidad, y el psicoanálisis dice que no»; lo cual «es una práctica es dañina para muchas personas»; Reitter retomó su argumento original de replantear el psicoanálisis y los distintos tipos de la disciplina, a fin de mantenerse relevantes y útiles, en este caso en favor de las sexualidades no normativas.
