Insultante y agresivo como es, Andrés Manuel López Obrador informó en una de sus mañaneras que el 5 de febrero próximo, no asistirá a Querétaro con motivo de la celebración del 107 aniversario de la Promulgación de la CPEUM. Estará presente sin embargo, en el recinto en donde se promulgó la Carta Magna de 1857 porque habrá de presentar al Congreso, un paquete de diez o hasta 20 iniciativas de reformas constitucionales, con las que pretende transformar al Poder Judicial, y a otros organismos autónomos así como desaparecer algunos, que en su opinión, sólo sirven para ocultar la corrupción y fueron creados en el periodo neoliberal, por lo que no solo están en contra de su persona y de su gobierno sino del pueblo mismo.
Así, de las principales a).- Transformar al Poder Judicial. b).- Al sistema de pensiones. c).- Al salario mínimo de bienestar. d).- Desaparecer órganos autónomos. e).- Sistema ferroviario. f).- Sistema de pensiones para adultos mayores. g).- Austeridad republicana. h).- Guardia Nacional. i).- Sistema electoral.
Durante los cinco años y un mes que tiene López Obrador en el cargo como Presidente de México, “se ha ido por la libre”. Sin respetar el marco jurídico, a instituciones ni a las autoridades establecidas; se “ha despachado con la cuchara grande” para dar órdenes, imponer sus “antojos y caprichos a diestra y siniestra”, violentando con ello los contrapesos de poder, característica esencial de un estado democrático.
En ese entorno presentará las iniciativas de referencia. Cabe señalar sin embargo, que en su mayoría representan un retroceso, porque muchos organismos fueron creados precisamente para evitar la concentración de facultades. Uno es el Instituto Nacional Electoral (INE), anteriormente Instituto Federal Electoral (IFE). La creación de este organismo, mediante reforma constitucional de 1996, permitió despojar al Poder Ejecutivo y al Legislativo de la facultad que tenían en materia electoral.
. Con anterioridad a esa fecha, el organismo encargado de organizar y vigilar las elecciones se encontraba presidido por quien fungiera como Secretario de Gobernación. Es decir, prácticamente, se encontraba bajo control del jefe del Ejecutivo, si atendemos que el secretario de Gobernación al formar parte de su gabinete es un subordinado.
Por otro lado, quien calificaba el proceso electoral y daba los resultados definitivos, era la Cámara de Diputados. En consecuencia, tanto, la facultad de organizar, vigilar y calificar los comicios, constitucionalmente estaba depositada en el Poder Ejecutivo y el Legislativo.
La reforma de aquel año, permitió crear un órgano electoral ciudadanizado despojando al Ejecutivo de la que le asistía. Igualmente un órgano especializado y dependiente del Poder Judicial encargado de calificar la elección, de resolver conflictos en la materia, y también integrado con ciudadanos, que reunieran el perfil requerido para los ministros. Se trató del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) antes Tribunal Federal Electoral (TFE).
¿Pretender modificarlo? Sería un gran retroceso.
Otro de los organismos que incomoda a López Obrador es el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), antes Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), creado el 11de julio de 2002, encargado de promover la cultura de transparencia y rendición de cuentas del gobierno. Debe asegurar que cualquier autoridad en el ámbito federal, órganos autónomos, partidos políticos, fideicomisos, fondos públicos y sindicatos o cualquier persona física o moral que reciban o ejerzan recursos públicos, o realicen actos de autoridad, entregue la información pública a cualquier ciudadano que la solicite.
El INAI, también garantiza el uso adecuado de datos personales, así como el ejercicio y tutela de los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición que toda persona tiene con respecto a su información. Las y los ciudadanos pueden solicitar y requerir información pública a las dependencias y autoridades. Ahí también las instituciones deben cumplir obligaciones de transparencia sin que nadie la solicite, como publicación de los contratos que firmen, o declaración de los viáticos u otros que ejerzan.
Tiene constitucionalmente autonomía e independencia de los tres poderes del Estado, a fin de revenir la limitación de su actuación.
El presidente ha sido muy insistente en la inoperancia de este organismo, pero lo que realmente está detrás de esta reforma se encuentra la urgencia de Palacio Nacional de ocultar los rastros de la corrupción del actual sexenio. Los organismos autónomos son el resultado de décadas de trabajo y no deberían ser eliminados de manera impulsiva por decisiones del Ejecutivo Federal.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), es el Poder que el actual mandatario deteste y contra el que ha emprendido serios ataques, en razón de que como máximo órgano del Poder Judicial, ha logrado equilibrar los poderes. Evita que el mandatario ejerza funciones al margen de la ley y al legislativo también le ha impuesto los límites constitucionales en su actuación.
Por lo que corresponde al Poder Legislativo, el presidente también siente molestia con la oposición que no le aprueba sus iniciativas con la orden de hacerlo sin cambiar ni una sola coma.
Mucho que comentar sobre estos temas, por lo pronto, esperemos que las iniciativas no logren la votación requerida.
