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jueves, 18 abril, 2024
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Revistas de sociales discriminan con sus portadas y contenidos

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

  • “Es un fenómeno que lleva décadas ocurriendo”: editora de la revista Fernanda
  • Investigación de Buzzfeed advierte que escasa inclusión de gente de tez morena en portadas y contenido sucede generalmente cuando se publican eventos filantrópicos o sociales
  • En Zacatecas, ninguna de las últimas 10 ediciones de Gente & Estilo y La Sala ha sido dedicada a personajes en esa condición

A nivel nacional, menos del 20 por ciento de las personas que son publicadas en portadas o contenidos de las revistas de sociales más leídas son de tez morena, mientras que en Zacatecas, ninguna de las últimas diez ediciones consultadas de Gente & Estilo, La Sala y Gente In han sido dedicadas a personajes en esa condición, lo que evidencia una política editorial de discriminación racial.

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 En la reciente edición de Gente & Estilo, la número 79, exhibe en su portada a una chica con el cabello teñido de rubio que es descrita como promotora del talento zacatecano, mientras que la número 78, aparece un estilista quien es presentado como referente de la belleza en la entidad.

 De igual forma, el resto de las ediciones muestran en su portada a personajes de tez blanca. Solamente en la edición 71, dedicada al Club de Futbol Mineros de Zacatecas, la revista  incluyó en su portada a un jugador de tez morena, pero acompañado de otros dos de tez blanca.

 La Sala y Gente in, por su parte,  publicaciones también de sociales, muestran un patrón similar, al publicar en sus portadas a niños, estudiantes, parejas de recién casados, padres e hijos, empresarios; todos ellos compartiendo además de una gran sonrisa un mismo tono de piel.

 De acuerdo a una investigación realizada por Buzzfeed, la discriminación racial en las revistas mexicanas es de tal grado que la más incluyente en sus páginas es 15 y 20, en cuyas páginas apenas el 20 por ciento de las personas publicadas es de tez morena.

 El estudio expone que en la revista Caras solamente el 3.3 por ciento de las personas publicadas en sus contenidos son de tez morena, mientras que Chilango alcanza el 17.5 por ciento, Esquire el 7.4 por ciento, Vanity Fair México el 6.2 por ciento, Cosmopolitan el 10.4 por ciento, In Style el 9 por ciento, Marie Claire el 14.6 por ciento, Hola el 7 por ciento, Harper´s Bazaar 5.3 por ciento, TvNotas el 5 por ciento, Vanidades el 6.4 por ciento, Quién el 2.5 por ciento, Fernanda el 2.1 por ciento y 15 y 20 el 20.6 por ciento.

 Buzzfeed reporta que la escasa inclusión de mexicanos de tez morena en las portadas y contenido de las revistas sucede generalmente cuando estas se refieren a eventos de carácter filantrópico o social.

 En la revista Esquire, por ejemplo, los únicos mexicanos de tez morena que aparecen son de la campaña de Pepe y Toño, del Consejo de la Comunicación, mientras que en Vanity Fair México, solo aparece un niño indígena en sus páginas y es de la publicidad de «Niños con Alegría», así como tres personas invitadas a un evento de la pareja presidencial.

 En la revista Quién, la activista Eufrosina Cruz es de las pocas personas de tez morena que aparece en la revista, vestida con su traje típico zapoteca, y en Vanidades, la celebración de Día de Muertos que se realizó en España el mes pasado fue la única ocasión donde aparecieron tres personas de carácter indígena.

 En Marie Claire, la mayoría de las personas morenas aparecen en un fotoreportaje de La Habana, Cuba. El resto de las personas de tez morena o negra que aparecen en estas y otras revistas son celebridades o figuras políticas no mexicanas.

 Buzzfeed buscó la réplica de lis editores de las revistas mencionadas y en su mayoría afirmaron que el filtro para aparecer en sus publicaciones es el talento y no su color de piel. No obstante, Ligia Bang, editora de la revista Fernanda, señaló que éste «es un fenómeno que lleva décadas ocurriendo, y que para mal o para bien, todos hemos fomentado posiblemente de manera inconsciente: consumidores, lectores, medios, anunciantes, televisoras… a través de nuestras decisiones de compra, de nuestras actitudes, de nuestras elecciones, nuestros comentarios.»

 En 2016, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizó un estudio sobre Movilidad Social Integral, cuyo titular, Julio Santaella, difundió en redes sociales que uno de los resultados más importantes fue que “las personas con piel más clara son directores, jefes o profesionistas; las de piel más oscura  son artesanos, operadores o de apoyo”.

 Para tal estudio se aplicó una escala cromática, utilizada en el Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina (PERLA, por sus siglas en inglés), que clasifica la piel en 11 tonalidades con el propósito de que el propio entrevistado(a) identificara su color. De las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más clara, solo 10% no cuenta con algún nivel de escolaridad, mientras que la cifra se eleva a 20.2% para las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más oscuras.

Mientras más oscuro es el color de piel, los porcentajes de personas ocupadas en actividades de mayor calificación se reducen. Cuando los tonos de piel se vuelven más claros, los porcentajes de ocupados en actividades de media y alta calificación se incrementan”, expone el informe del INEGI.

 Para las tonalidades de piel más oscura, “se percibe en menor proporción (48.6%) una mejora en su situación socioeconómica, en comparación con la tonalidad de piel más clara (52.2 por ciento). Este Módulo se levantó durante el segundo semestre de 2016 en 32 481 hogares y tiene representatividad a nivel nacional y para el ámbito urbano y rural”.

 Federico Navarrete, profesor en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, ha publicado en el portal de internet horizontal.mx una serie de textos que conforman el “Alfabeto racista mexicano”.

 En uno de ellos, titulado “Pigmentocracia”, se refiere a esa paleta de once colores de piel, numerados del más claro al más oscuro, y explica que fue desarrollada en 2008 por el Proyecto de Etnicidad y Raza en América Latina (PERLA; https://perla.princeton.edu), y un equipo de investigadores de Estados Unidos, Brasil, Perú, Colombia y México, encabezados por Edward Tellez, la empleó para levantar encuestas acerca de la relación entre pigmentación y riqueza en esos cuatro últimos países.

 Sin embargo, señala que el equipo de PERLA se deslindó de estas formas racistas de antropometría y afirma haber inventado este instrumento de medición a partir de fotos de internet. Su herramienta ha sido retomada por el INEGI y otros estudios sociológicos, debido a la aparente facilidad que ofrece para cuantificar «objetivamente» el color de piel.

 Estoy seguro de que todos los académicos que la utilizan son sinceramente antirracistas y buscan, antes que nada, poder identificar la discriminación para combatirla mejor. No obstante, la genealogía racista de una práctica no se puede negar a base de buenas intenciones: la pretensión de intentar medir «científicamente» el color de la piel de las personas siempre corre el riesgo de inventar diferencia y establecer jerarquías”.

 

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