■ El local no tiene estacionamiento y los usuarios bloquean las cocheras de los vecinos
■ No se ha tenido respuesta de las autoridades; propietario del lugar no fue encontrado
Vecinos de la colonia Santa Rita del municipio de Guadalupe se quejaron del gimnasio Life Style, ya que carece de estacionamiento y sus clientes en ocasiones obstruyen cocheras, además de que los fines de semana tapan una calle para hacer entrenamientos con llantas de tractor. Las quejas ya fueron presentadas a las autoridades del municipio, sin que a la fecha se tenga una respuesta.
El establecimiento no cuenta con un estacionamiento propio, por lo que sus clientes dejan sus autos en el acceso a la colonia que se encuentra justo a un costado del bulevar, en un espacio que tiene una señalética que indica que está prohibido estacionarse.
Los vecinos, quienes prefirieron omitir sus nombres por temor a represalias, señalan que cuando los clientes obstruyen sus cocheras y se les pide mover sus autos, se presentan conflictos, pues quienes acuden al gimnasio se molestan cuando les hacen esta petición.
Otra queja que tienen es que en el gimnasio se comienza a instalar el equipo de pesas desde las 5 de la mañana, además de que después de las 6 se pone música a todo volumen para las clases que se imparten y la instructora se dirige a gritos hacia sus alumnos, esto ocurre de lunes a domingo, lo que les impide descansar los fines de semana.
Comentaron que no se han atendido sus quejas porque se presume que el edificio es propiedad del ex alcalde de la capital, Arnoldo Rodríguez Reyes, quien acudía a supervisar la construcción de la obra.
“Cada domingo los instructores del gimnasio obstruyen el acceso a la colonia por la parte del bulevar, ya que realizan dinámicas de ejercicio con unas llantas de tractor y unas cuerdas”, dijeron.
Esto acarrea otros problemas, pues debido a que los clientes obstruyen la calle, el camión recolector de basura ya no pasa por la privada que se encuentra al exterior del gimnasio, sino por calles aledañas.
También han llegado lavacoches del gimnasio que hacen su trabajo en las cocheras de los vecinos, dejando basura afuera de sus casas. Además, en algunas viviendas se han registrado grietas, comentaron los habitantes.
Los vecinos piden a las autoridades del municipio que regulen este negocio. Aunque se buscó por dos días al propietario del gimnasio para obtener su versión de las quejas, en la recepción se tuvo como respuesta que se encontraba entrenando.
