A dos años de la pandemia por Covid-19, el confinamiento en los hogares ha detonado en los niños ansiedad e irritabilidad, en virtud de que han estado más bajo la visión de sus padres, por lo que para ayudarlos a que enfrenten este estrés, los adultos pueden establecer un procedimiento de contingencia que atienda las preocupaciones de los menores y las posibles emergencias, se precisó desde el área de Psiquiatría del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Ante esta situación, es importante que niñas y niños sepan que mamá y papá tienen la situación bajo control, aunque otra recomendación es que también se ejerciten, ya que la actividad física ayuda a que las personas estén más relajadas y tranquilas.
Desde esta área, se explicó que en ese lapso de encierro, los menores enfrentan el miedo constante a perder a un familiar, al encierro sanitario y las dificultades para responder a las expectativas de los papás.
Al respecto, se precisó que los servicios de salud mental del IMSS tienen en la angustia uno de los trastornos más frecuentes en niños y adolescentes. En 2021 en el Hospital de Pediatría del CMN Siglo XXI se atendieron alrededor de 7 mil pacientes, 17 por ciento de los cuales fueron tratados por esta condición.
Asimismo, se dio a conocer que Seguro Social cuenta con psiquiatras y psicólogos en Unidades de Medicina Familiar (UMF) y hospitales de Segundo Nivel para la atención del estrés y la angustia en niñas, niños y adolescentes. Para ello, se recomienda que acudan cuando el menor requiera atención especializada, por ejemplo, en caso de una crisis de angustia (mucho miedo, problemas para dormir e intranquilidad), por bajo rendimiento escolar, cambios en la convivencia familiar o porque dejó de comer.
Cuando se trata la ansiedad y el estrés, se precisó en un comunicado institucional, lo más importante es recuperar en los niños la tranquilidad y dotarlos de las herramientas para que por sí mismos, en los momentos que enfrenten tales condiciones, recurran a esos elementos y solventen su propia tranquilidad.
Para este tipo de atención, los especialistas del Instituto trabajan con técnicas cognitivo conductuales, que permiten al menor tener una idea de lo que enfrenta y con ello, tener una mejor respuesta ante la ansiedad. También existen técnicas de relajación, que al ser auto inducido, puede ayudar a los niños.
Otra sugerencia es dormir bien, pues al no hacerlo se activa su sistema nervioso para mantenerse alerta, lo que provoca mayor estrés. También recomendó el mindfulness, una técnica oriental que se centra en ejercicios de respiración, ya que cuando el niño aprende a respirar de una manera más consciente, ayuda a que su pensamiento no esté en cosas que le generen miedo y mucho malestar.
Y es que durante el encierro los menores reciben una carga mayor de presiones por la escuela y una mayor supervisión de sus padres y si éstos hacen hincapié en esos errores y tratan de corregir de una manera exagerada a los niños, esa presión no los va a ayudar y solo servirá para que los menores tengan ataques de ansiedad y dificultades en su desempeño.
