Este miércoles, la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) llevará a cabo la elección de 400 delegados para participar en el Congreso de Reforma Universitaria, a través de la cual se plantea transformar el modelo académico de la Máxima Casa de Estudios de la entidad.
Para votar, los docentes, estudiantes y trabajadores debieron registrarse en el Sistema Electrónico Electoral Universitario antes de este martes, por lo que sólo quienes realizaron este procedimiento podrán elegir a sus representantes.
El padrón de la Universidad consideró a 2 mil 885 docentes, mil 470 trabajadores y 39 mil 458 alumnos de las 32 unidades académicas, quienes elegirán este miércoles a 180 delegados del personal académico, 180 del sector estudiantil y 40 del personal administrativo.
Según informó la Comisión Electoral Universitaria, para esta elección se declaró procedentes a 175 candidatos del sector docente, 192 del sector estudiantil y 41 representantes del sector administrativo.
Luego del proceso de elección de delegados, estos participarán en el Congreso de Reforma Universitaria, donde se definirán las bases para un nuevo modelo académico y administrativo.
“La ruta de transformación perfilada encuentra raíces y motivaciones profundas en la realidad zacatecana y en la propia trayectoria seguida históricamente por nuestra universidad. Asimismo, parte del reconocimiento de que la BUAZ, al igual que muchas otras universidades públicas del país, atraviesa por una profunda crisis multidimensional derivada de la implantación de políticas neoliberales de corte mercantilista, privatizador, excluyente, inequitativo y contraccionista”.
“Nuestra concepción del proceso de reforma se inscribe en las nuevas tendencias de la educación superior en los niveles nacional e internacional. En el horizonte estratégico de la reforma se plantea la necesidad de trascender las funciones y el modelo educativo tradicional que prevalece en la universidad, para avanzar hacia una nueva arquitectura institucional sustentada en la transversalidad, la sostenibilidad, la flexibilidad curricular, la transdisciplinariedad, el análisis complejo, la incidencia social, la interculturalidad y la internacionalización solidaria”.
De esta manera, se plantea la necesidad de fortalecer y ampliar el compromiso social y ambiental de la universidad, además de revertir los estragos ocasionados por las políticas neoliberales.
Contrario a ello, el proceso de reforma aspira a construir los cimientos de una nueva universidad que se sitúe al frente de las nuevas tendencias de la educación superior y que simultáneamente sea capaz de contribuir creativa y propositivamente al desarrollo y la transformación social de la entidad. “De ahí que se le conciba como un movimiento refundacional”.
