“En comunidades de Morelos, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Chiapas, líderes sociales que enfrentaron megaproyectos han sido víctimas de desaparición, secuestro y asesinato”
El asesinato de José Ascensión Carrillo Vázquez, activista contra la megaminería en el municipio de Mazapil, tiene elementos que coinciden con el patrón utilizado para agredir a defensores del territorio y el medio ambiente, afirmó Rodolfo García Zamora, investigador de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).
“Hay elementos que coinciden con lo que ha estado pasando en el país en los últimos 20 años que, con la llegada de las grandes explotaciones mineras de las corporaciones nacionales y extranjeras, cuando los dirigentes de las diferentes comunidades se organizan para defender sus comunidades, sus territorios y sus recursos naturales, cada vez es más frecuente la desaparición, el secuestro y los asesinatos de ellos”, expuso.
Refirió que esa situación se ha presentado en todos los estados de la República y, en este caso acontecido en Mazapil, el asesinato cumple con las mismas características y patrones que se utilizan para agredir a las personas que participan activamente en la organización comunitaria para la defensa de los recursos naturales.
En el caso de Carrillo Vázquez, comentó que él participó activamente en movilizaciones contra la empresa Peñasquito y encabezó la toma de las instalaciones de la mina durante varias semanas, por lo que “hay elementos que coinciden con lo que ha pasado con los defensores de otras entidades.
Refirió que, en comunidades de Morelos, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Chiapas, entre otros estados, los líderes sociales que han enfrentado megaproyectos han sido víctimas también de desaparición, secuestro y asesinato.
De acuerdo con García Zamora, “no cabe duda que, en este caso de Mazapil, el patrón coincide con lo que ha sucedido con dirigentes comunitarios que, habiendo luchado durante años en la defensa de sus recursos, terminan siendo secuestrados, desaparecidos y asesinados.
Mencionó que el líder transportista apareció junto con otras 9 personas que también fueron asesinadas con un tipo de violencia inaudita, pero lo destacable es que en este caso es el mismo patrón que se ha ejercido contra otros defensores de los recursos naturales en todo el país.
En ese sentido, consideró que es adecuada la postura de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas que ha exhortado a las autoridades a aplicar toda su capacidad de investigación para esclarecer este asesinato porque, con todos los antecedentes, hay la posibilidad de que haya sido asesinado por su activismo contra la minería.
Afirmó que la desaparición y asesinato de defensores de los recursos naturales “es una más de las grietas de la Cuarta Transformación que, después de tres años, ha permitido que las grandes corporaciones sigan con el despojo del territorio y de las comunidades y todo un sistema legal a favor de estas grandes corporaciones y la impunidad en contra de las comunidades”.
García Zamora señaló que esta situación pone en tela de juicio tanto la institucionalidad de los gobiernos estatales como del gobierno federal, y “la paradoja es que ahora que la preocupación es la reactivación económica, resalta que todo el poder del Estado a nivel de poder judicial, legislativo y Ejecutivo, es a favor de las grandes corporaciones que destruyen las comunidades, destruyen los ecosistemas y son promotores y quienes contratan de quienes secuestran y asesinato de los líderes de los movimientos ecosociales”.
