11.9 C
Zacatecas
viernes, 29 marzo, 2024
spot_img

¿Cuestiones de percepción?

Más Leídas

- Publicidad -

Por: RENÉ LARA RAMOS •

Imposible no observar ni evitar aludir al vecino país, en donde, como bien lo escribe David Brooks, “Dicen que la estadounidense es el ejemplo planetario de la democracia. Pero si esto fuera democracia, sería todo lo contrario de lo que es ahora. De hecho, tal vez el mensaje implícito en casi todas los sondeos y análisis de la llamada opinión pública se podría resumir con acento argentino: “¡qué se vayan todos!””. Vaya contundencia para mostrar el fracaso “del manejo exquisito del temor”, como premisa para hacer política, y que eso sea “a la vez, alarmante y esperanzador.” En dónde o sobre qué inscribir el necesario equilibrio para un transcurrir político como ése, si no fuera porque “el pueblo sí tiene un sentido común que no se traga la historia oficial de la democracia y que percibe a la cúpula como opuesta a sus intereses.” Dicha percepción lleva a pensar, cómo se estructura y opera, allá, el poder político, cuando “una y otra vez en las encuestas se registra no sólo la desaprobación a los supuestos representantes del pueblo, sino a casi todas sus propuestas políticas.”

- Publicidad -

¿Cómo impacta esa situación al Poder? Para saberlo, una cuestión a dilucidar sería, con ese nivel de conciencia, disfrazado de sentido común, ¿cómo procesa allá la gente su predisposición por hacer algo sobre esa situación, si su nivel de conciencia parte de considerar, si eso vale la pena? Cuando: “Tres cuartas partes de estadounidenses opinan que tienen muy poca influencia sobre Washington, y mayorías no tienen confianza en casi todas las instituciones nacionales, según una nueva encuesta de Associated Press/NORC. El consenso es que los trabajadores, los pobres y los pequeños comerciantes tienen poco poder en Washington, mientras los grandes empresarios, los cabilderos y los ricos tienen demasiada influencia.”

A ese nivel de conciencia corresponde ser paradójico, en tanto la lucha por el poder político no se produce sino en la cúpula de riqueza y de política, en turno, cuyo poder de decisión, pasará por los medios, deambulará por los medios y hará un manejo de medios, sin por ello estructurar opciones de oposición al capital, ni de cuestionamiento que sean alternativas porque todas estarán permeadas por una complejidad tal del capital que, para algunos o muchos, intentarlo o hacerlo, se traduce en desánimo con respecto a su situación social y personal concreta, cuya existencia social, política y cultural, en este momento se enfrenta más a su desarticulación posible que a su convergencia en fuerzas que den la lucha, ¿en torno a qué? Y aquí, en un nivel más bien micro, cercano, existe un universo cultural cuyas posibilidades de desarrollo cultural, a cualquier nivel, sólo tienen por límite a sí mismos y la conciencia del monstruo con el que deberán lidiar y contra el que lidian y al que enfrentan de múltiples formas, no sólo de resistencia, sino culturalmente “ofensivas”, cuando menos con capacidad para trazar la posibilidad de la diferencia y disidencia de algún futuro imaginado, y debatir su posibilidad, que eso ya sería iniciar a construirlo. Nacerían una o muchas oposiciones que, de hecho, las hay, transcurren e intentan persistir. No lo dude, a ese desarrollo político puede contribuir la tozudez de Trump.

Por ejemplo, contra casi toda la cúpula republicana, 63 por ciento contra 27 opina que es más importante ofrecer seguro de salud para la gente de bajos ingresos que recortar impuestos. Todo lo contrario a la agenda de los que están en el poder, la pregunta sería: ¿cómo imponerla? Bonito trabajo, ¿no?

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -