■ El sector representa una producción anual de 100 mil toneladas de jitomate, chile y pepino
■ Son 700 mdp de valor económico que representan 4.5% del total del PIB agropecuario del estado
■ La falta de políticas públicas y financiamiento, poca tecnificación y el tamaño de la superficie sembrada, algunos elementos que deben modificarse, advierten las autoridades
Una producción anual de 100 mil toneladas de jitomate, chile y pepino, más de 700 millones de pesos de valor económico que representa 4.5 por ciento del total del Producto Interno Bruto (PIB) agropecuario del estado, una generación de entre 4 mil 500 y 5 mil empleos directos y otros 14 mil indirectos.
Estas cifras hablan del sector de la agricultura protegida y estas estadísticas corresponden a las poco más de 500 hectáreas de invernaderos que hay en la entidad.
La importancia económica de este tipo de agricultura contrasta con la situación de quienes trabajan en ella: falta de políticas públicas y financiamiento, poca tecnificación, tamaño pequeño de las superficies cultivadas y necesidad de asociarse con otras empresas, a las que tienen que darles incluso el 50 por ciento de su producción.
Estos elementos enumerados por Francisco López García, presidente del Consejo Directivo del Clúster de Agricultura Protegida del estado, provocan que la situación sea “crítica. En Zacatecas tenemos que luchar por sacar esto adelante”.
No obstante, el hecho de que con tan poca extensión de cultivos puedan obtenerse cifras como las referidas en el primer párrafo, es una muestra de que se requiere hacer una inversión fuerte en este rubro de la actividad agropecuaria. Así lo expusieron las autoridades, en un evento llevado a cabo este miércoles en el que se entregaron apoyos para el clúster.
En este sentido, el gobernador Alejandro Tello Cristerna expuso que el objetivo que se tiene fijado en esta materia es el de poder por lo menos duplicar en los próximos años el número de hectáreas que se cultivan en invernaderos.
Durante los discursos, se destacó que actualmente casi 10 por ciento de las instalaciones de agricultura protegida están abandonadas y el presidente del clúster apuntó que se requiere rescatarlas para ponerlas en funcionamiento, de forma que puedan tener producción.
También López García señaló que tienen un problema con el tamaño de los terrenos que se siembran bajo este esquema, ya que quienes tienen menos de dos hectáreas no pueden competir en precios ni costos de operación con los de mayor extensión.
Inclusive, el secretario del Campo, Adolfo Bonilla Gómez, puntualizó que en agricultura protegida suele establecerse la cantidad mínima de 5 hectáreas por productor para que el trabajo pueda ser rentable económicamente.
El presidente del clúster añadió que son necesarias “políticas públicas y funcionarios sensibles” con esta situación para poder cambiarla.
De igual forma, precisó que la falta de financiamiento ha provocado que tengan que asociarse con otras empresas para poder continuar con sus cosechas pero a las cuales les tienen que dar hasta el 50 por ciento de su producción.
