10.8 C
Zacatecas
martes, 23 abril, 2024
spot_img

El Canto del Fénix

Más Leídas

- Publicidad -

Por: SIMITRIO QUEZADA •

  • El ladrón que he sido

Con su mejor intención, en la red social Facebook un amigo intenta halagarme, detalle que agradezco aunque no coincido del todo con su opinión. En efecto, mi amigo Javier comenta mi fotografía más reciente con su apreciación: “La sonrisa de un hombre honrado”. Yo me obligo a cuestionar hasta qué punto puede ser cierto eso, y encuentro entonces con toda conciencia que he sido un ladrón.

- Publicidad -

He robado tiempo, mucho tiempo. He sido un ladrón del tiempo de mis padres y mi esposa cuando los he importunado con tonterías, he robado el tiempo de mis hermanos y amigos cuando les soy más un problema que una solución. Mis caprichos y berrinches, mis inmadureces han robado instantes provechosos para otros. He robado minutos e incluso horas a quienes han sido mis jefes y compañeros de trabajo.

He robado tiempo, y el tiempo no es más que vida. Podrá existir quien me diga que todas esas faltas son tolerables, incluso parte del aprendizaje que cada cual emprende en esta existencia. Aun así queda alguien a quien le he quitado más tiempo que a nadie: yo mismo.

He perdido mucho tiempo en imbecilidades. Imbécil, recuerdo, proviene de im y báculus: sobre el bastón, sobre un apoyo, para todo dependiente. He gateado cuando pude haberme erguido, he buscado aprobación cuando no me hacía falta para continuar, he clamado por una ayuda que no necesitaba cuando pude haber sido yo quien la otorgara.

Me he robado oportunidades por enfocarme a lamer heridas, a remover costras. Me he negado a crecer con tal de seguir mostrándome como un inmaduro al que debían compadecer. Me he negado a recorrer paisajes con tal de seguir ensimismado, en mi papel de víctima. He sido un ladrón de lo que muchas veces me tocaba vivir.

Me he robado tiempo que pude haber empleado en leer más, en aprender más, en servir más, en colaborar más con mi entorno. A veces he dormido demasiado, he comido demasiado, he tenido demasiado ocio. A veces he hablado de los demás durante demasiado tiempo. A veces he hablado durante ese demasiado tiempo sobre mí. Ninguna de las dos situaciones ha sido correcta ni conveniente.

Me he robado energías para dedicarlas a estupideces o nulidades. Soy corresponsable en una sociedad y en varias ocasiones he preferido ocultar la cabeza. He cerrado los ojos ante espacios donde mis brazos pudieron alargarse para dar. He sido demasiado blando en medio de circunstancias que me pedían fortaleza.

No soy un hombre honesto y lo mejor es que el castigo me ha sido aplicado en los momentos mismos de mis robos. He sido el más afectado con mis hurtos y eso ha resultado lo más justo posible. Toda acción tiene una consecuencia. No se trata de ser optimista o pesimista, sino de observar lo sucedido.

Los minutos siguen llegando a mi vida y con ellos más pruebas para mantenerme lo más honesto o deshonesto posible conmigo y los demás.

Intento ser mejor, juro que me esfuerzo. Trato de que el ladrón que he sido restituya un poco de lo mucho que se ha llevado.

 

[email protected]

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -