El año de 1991 la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) contaba con un Centro Educativo que ofrecía la especialidad en Docencia Superior, espacio en donde se apoyaba a los docentes interesados en la realización de investigaciones orientadas a innovar el proceso enseñanza-aprendizaje y a desarrollar materiales y medios educativos alternativos.
Con el propósito de apoyar de manera más decidida e integral al personal docente, se elaboró un Programa de Formación de Profesores (febrero de 1991) el cual estaba dividido en los siguientes sub-programas:
- Cursos de actualización en áreas básicas.
- Cursos de actualización en áreas complementarias y de apoyo.
- Cursos de capacitación didáctica.
- Cursos de administración curricular.
- Becas para estudios de posgrado en el país o el extranjero.
- Especialidad.
- Maestrías.
- Doctorado.
- Año sabático.
Respecto a los sub-programas a, b, c y d, aún con las restricciones temporales, los objetivos, metas y propósitos fueron plausibles, de relevancia e impacto no solo institucional, sino principalmente social. Estaban convencidos de que era totalmente posible hacer realidad la calidad, excelencia y modernización educativa si se insistía, intensificaba y aceleraba el proceso de capacitación, actualización, adiestramiento y formación de profesores. Si y sólo sí se proseguía el proceso de habilitación del docente con conocimientos frontera en las áreas y disciplinas, afines a su quehacer docente, sólo así sería posible que se recuperaran los conocimientos frontera en los contenidos programáticos y curriculares y desde ahí pasar a la administración educativa del proceso académico para desarrollar y aplicar los nuevos planes y programas que, analizados y canalizados, generarían sin lugar a dudas un nuevo perfil profesiográfico del egresado quién sería capaz de solidarizarse, corresponsabilizarse y coadyuvar a solucionar problemas locales, regionales y nacionales.
La complejidad del fenómeno educativo trascendía los límites espacio-temporales que en apariencia los circunscribían, así, los cursos, seminarios y talleres que se implementaron para la capacitación, actualización y formación de los docentes empezaban a traducirse en producción de contenidos para crear nuevas unidades o complementar los contenidos curriculares ya existentes, se llegó incluso a preparar un foro para el nuevo diseño curricular de la escuela preparatoria; un hecho de impacto institucional y con resultados en cascada, puesto que las licenciaturas de la universidad se alimentaban de los egresados de su escuela preparatoria.
El esquema era simple, si el egresado de la preparatoria era habilitado y dotado de contenidos nuevos y actualizados, sin duda que llegaría a los estudios del nivel de licenciatura con demandas, exigencias y expectativas más altas en cuanto a su formación y entonces, si los maestros de tal nivel no se habían actualizado, por presión, tendría que hacerlo incorporándose al programa de capacitación, actualización y formación de profesores.
En relación al subprograma de año sabático, en el período de enero a agosto de 1991, se otorgaron 13 años sabáticos a docentes de tiempo completo, los cuales desarrollaron un programa académico de actualización y/o capacitación en los diferentes programas académicos autorizados por los Consejos Técnicos correspondientes, a dichos programas dedicaban 40h/s/m.
¿Cuál era la situación de la investigación y el posgrado en la UAZ a inicios de los años noventa del siglo pasado? La Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Zacatecas definía como uno de sus objetivos: “…organizar la investigación científica y humanística que comprenda, en especial, los problemas de Zacatecas, proponiendo las soluciones que estime conducentes”. Una rápida evaluación del nivel en el que este acuerdo se había cumplido en el periodo comprendido de 1968 –año de la aprobación de la mencionad Ley– hasta 1993 (y posiblemente hasta nuestros días), permitía observar que, a excepción de casos aislados, la investigación que se había realizado en la UAZ no tenía vinculación explicita con la problemática económica, social y cultural de la entidad.
Situación reconocida en los ejercicios de autocrítica que significaron las primeras etapas del Congreso General Universitario desarrolladas entre 1987 y los primeros meses de 1988, donde se analizaron y precisaron, entre otros aspectos de la vida universitaria, los relativos a la función investigativa; así se estableció que:
“La universidad zacatecana, ante la problemática de la nación y de la entidad, asume conscientemente la importante tarea de abordar desde diferentes perspectivas, pero con objetividad, la investigación y el estudio sistemático de los diferentes aspectos y nexos de nuestra realidad en su proceso concreto de desarrollo, de las determinaciones internas y externas, pasadas y presentes que puedan dar cuenta de ella, así como de las diversas y aun contradictorias propuestas de solución que se impulsan socialmente o que es posible formular desde diferentes perspectivas e intereses…”
Como complemento de este acuerdo se definieron lineamientos para la investigación, entre ellos destacaban:
- El impulso a la investigación multi e interdisciplinaria.
- La elaboración de un plan de investigación por parte de los propios investigadores.
- El establecimiento de mecanismos de evaluación del trabajo investigativo.
- La formación de órganos colegiados para la organización académico-administrativa de la investigación.
- La creación de instancias de vinculación entre el sector productivo y la investigación científico-técnica.
Además, se puntualizaron los conceptos de libertad de cátedra e investigación, con el acuerdo de definirlos como:
“… La capacidad de la institución y de sus miembros para determinar el cómo, qué y para que enseñar e investigar… En consecuencia, la libertad de cátedra e investigación no debía ser entendida como la absoluta libertad individual de profesores e investigadores, ya que el ejercicio individual de estos principios debía estar condicionados por los principios definidos en los órganos académicos colegiados y plurales, instancias en las que los universitarios deberían determinar los móviles, objetivos y fines académicos de dichas actividades…”
Acerca del posgrado se acordó considerarlo como un elemento articulado necesariamente con la investigación, y se definieron sus acciones prioritarias:
- El desarrollo de los elementos que inciden sobre la capacidad para investigar.
- La consolidación de los grupos de investigadores y programas con los que ya se contaba.
- El apoyo a la creación de nuevos posgrados.
¡Cuánto falta conocer sobre nuestra Máxima Casa de Estudios!
Esta ignorancia es la que ha permitido que se le menosprecie o que se tergiverse su historia.
Se parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes:
http://lumat.uaz.edu.mx/; https://www.facebook.com/LUMAT.UAZ;
https://twitter.com/LumatUaz.
1Docente Investigador de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT