■ Se necesita sólo sentir; no es importante tampoco conocer el idioma en que se canta: Yolihuani
■ La banda nace en 1998; al inicio, se dedica a musicalizar obras de teatro y cortometrajes
Actualmente, ante los problemas sociales que se viven en México la música puede ser un generador de emociones y puede mantener la capacidad de asombro, evitando una crisis en las nuevas generaciones que pierden la capacidad de soñar, considera el músico Yolihuani, de la banda tapatía Radaid.
“Con lo que ocurre actualmente en nuestro país el papel de la música es importante, ya que se puede venir una crisis fuerte porque los jóvenes están perdiendo la capacidad de asombro y de soñar; la música aún puede acaparar su euforia y sus emociones”, dice el músico.
Para el guitarrista, el disfrutar la música es sencillo y no se necesita nada más que sentir. No es importante ni siquiera conocer el idioma en que se canta, ya que sólo se necesita la magia de la fascinación.
Tomando en cuenta otro punto, se debe considerar su aporte al desarrollo económico, como en Inglaterra, donde la música es un gran negocio que genera economía, arte y cultura en la sociedad.
Para Guillermo, bajista de la banda, la música dentro del arte es una de las disciplinas que de forma universal puede tocar sensaciones y generar emociones en el ser humano. Además, abre la posibilidad de trascender el arte.
Se puede compartir un mensaje, ya sea de protesta o no, pero susceptible de entenderse y ser comprendido a través del lenguaje musical, radicalizando los sonidos, explicó.
Yolihuani recuerda que la banda nace en 1998, fundada por Saúl Ledesma y Emmanuel Macías, unos jóvenes de entre 17 y 18 años. Al inicio se dedicaron a musicalizar obras de teatro y cortometrajes.
Dentro de los primeros sonidos que experimentaron está el celta, interpretado con una guitarra acústica, un violín y una sección de percusión eléctrica. Así nació el primer álbum de Radaid en 2003 con Mary Carmen Camarena, Emmanuel Macías, Saúl Ledesma, Víctor Aguilar y Darko Palacios.
Después, Yolihuani fue invitado a tocar la guitarra, lo que representó para él una gran oportunidad, pues no había un proyecto donde pudiera tocar la citara árabe. En esa época se integra Sofía Orozco como percusionista y Fernando Arias.
Con esta alineación comienza a tener identidad el sonido de la banda, siendo world music con un toque de espiritualidad. Con estos integrantes se graba de forma independiente su segundo material llamado Luz Escondida, con la colaboración de Jaramar Soto y Jorge Reyes.
Con ello, dice el músico, logran ir de gira a Europa, en específico a España, Portugal y Francia, y con estas nuevas experiencias los músicos reinventaron sonidos, incluyendo música electrónica. Ante esta inspiración nace su álbum L’intent.
Posteriormente, en 2012, sale a la luz su material The Willing Parte 1. En él, la banda mantiene el tema espiritual en su música, pero no olvida sus raíces roqueras, de manera que incorpora guitarras eléctricas, sintetizadores, bajo eléctrico y violín.
El guitarrista lamentó que Mary Carmen saliera de la banda, pues tenía otros proyectos, entre ellos enseñar música a niños de Kenia. Sofía probó cantar en la banda y a partir de ahí se quedó como vocalista del grupo.
Con este disco viajan nuevamente a Europa, así como a Estados Unidos y Colombia. La revista especializada de rock, Rolling Stone, calificó al álbum con 5 estrellas y lo consideró como un disco clásico.
Yolihuani comenta que el grupo siempre ha trabajado de forma independiente, pues no paga giras de medios de comunicación, y no suena en la radio ni en la televisión. Además, en sus inicios no se contaba con el impacto que tienen ahora las redes sociales.
A pesar de ello, la agrupación creció y pudo consolidarse como una de las mejores bandas de world music a nivel nacional y con un gran público en diferentes partes del mundo. Yolihuani destaca que obtuvieron la nominación a la mejor agrupación del género para el premio Lunas del Auditorio en su edición 2009, en la Ciudad de México.
Mientras tanto, el tema Shine, que fue el primer sencillo del tercer álbum de estudio, se eligió para la mejor canción y mejor video clip en 2009 en el programa holandés Talent Cast, cuyos ganadores se eligen a través de votaciones.
“Actualmente estamos reencontrándonos, reactivando las cosas y componiendo música nueva. Tuvimos un pequeño respiro, aunque nuestros seguidores pensaban que nos habíamos separado. Queremos retomar el world music y volver a ese lado ecléctico”, dice el guitarrista de Radaid, quien explica que el nombre significa Hijos o Protegidos del sol en árabe egipcio. Se le daba al primogénito de la familia.
