En el corazón del Festival Internacional de Teatro de Calle de Zacatecas (FITC), la compañía La Quinta Teatro vuelve a sorprender con sus espectáculos únicos, llenos de vida y movimiento. Al frente de esta agrupación se encuentra Salomón Santiago, un director y actor que ha dedicado su vida a llevar el teatro a las calles, creando experiencias que transforman lo cotidiano en algo extraordinario.
Originario de la Ciudad de México, Santiago comenzó su formación en el Centro Universitario de Teatro (CUT) de la UNAM. «Mi primer contacto con el teatro fue algo borroso», recuerda Salomón. «Quizás fue a través de la tradición familiar y las expresiones populares que veía de niño en la provincia y después en la ciudad. Había algo en esos momentos que me conectaba con el teatro sin que me diera cuenta».
Fue Bruno Bert, maestro y pionero del teatro de calle en México, quien introdujo al artista a un mundo de posibilidades fuera de los teatros convencionales. “Bruno Bert abrió un seminario sobre teatro de calle y desde ahí supe que ese era el camino”, comenta Santiago.
El deseo de explorar los límites del teatro en espacios abiertos llevó a la creación de La Quinta Teatro, una compañía que desde sus inicios ha trabajado en intervenir espacios públicos y acercar las artes escénicas a quienes no frecuentan teatros.
«El teatro de calle nos emocionaba mucho más que el de sala. La ciudad está llena de vida, de posibilidades, y queríamos ser parte de eso, llevar nuestras historias a quienes ya están ahí, en las plazas, en las calles», explica Santiago.
Fundada en el año 2010, La Quinta Teatro ha viajado por distintas ciudades de México y el extranjero, presentando obras que no solo cuentan historias, sino que interactúan profundamente con el entorno y con el público. La conexión entre actores y espectadores es esencial en sus espectáculos, en los que no hay un escenario elevado ni una cuarta pared que separe a quienes actúan de quienes observan.
El FITC ha sido uno de los escenarios donde La Quinta Teatro ha dejado su huella desde el año 2012. «Cada vez que venimos a Zacatecas es como regresar a casa. Aquí el público es muy receptivo al teatro de calle, lo vive, lo disfruta”.
Para Salomón, el teatro de calle no necesariamente busca cambiar el mundo, pero sí tiene el poder de cambiar a las personas. “No sé si sea una herramienta de cambio social como tal, pero sí es una herramienta de cambio personal”, reflexiona.
«El teatro genera empatía, sensibiliza, y eso, aunque parezca sutil, es muy poderoso. Si logramos que una persona se sienta más conectada con los demás, con el entorno, ya estamos haciendo un cambio importante”.
Las historias de La Quinta Teatro están impregnadas de una energía vital y luminosidad. A pesar de que a menudo tocan temas difíciles, siempre buscan transmitir un mensaje de esperanza. «Nos interesa dar un impulso de vida», refiere el entrevistado, «Aunque hablemos de la muerte o del dolor, al final queremos que el público se vaya con una sensación positiva, de luz».
Uno de los desafíos para el teatro de calle en México es la falta de espacios formativos. «Fuera del Festival Internacional de Teatro de Calle de Zacatecas y algunos programas de formación, como el de artes circenses del CENART, hay muy pocos lugares donde se enseñe o se fomente el teatro de calle».
La Quinta Teatro implementa las residencias artísticas desde el 2016, y en colaboración con Ráfaga Teatro, va por la quinta edición del Encuentro Nacional de Teatro de Calle y Escena Contemporánea, un evento que ha sido clave para crear una red de colaboración y propiciar el intercambio de experiencias entre apasionados del teatro al aire libre y contemporáneo.
Con “Pegaso”, el taller impartido por Salomón Santiago y Carolina Pimental en el marco del FITC 2024, los artistas de La Quinta Teatro buscaron compartir su visión del teatro con nuevas generaciones de actores; el objetivo era que cada participante creara una pequeña unidad escénica que pudiera funcionar al aire libre “usando los principios de construcción de los cuentos cortos y la sorpresa de los trucos”.
«Encontramos un grupo muy comprometido”, describió Pimental, agregó que el 80 por ciento de los participantes fueron mujeres, una tendencia que se ha observado en otros talleres.
Para Santiago y Pimental, el futuro del teatro de calle en México es prometedor. «Hay un gran interés, especialmente entre los jóvenes, por explorar nuevas formas de hacer teatro”.
La marca distintiva de La Quinta Teatro puede resumirse en las palabras de Salmón Santiago, conectando la creatividad espontánea de la niñez con el impulso artístico:
«Quizás siento que somos niñas o niños. Nosotros somos un grupo que particularmente tiene mucha relación con los objetos, con los lugares, con la arquitectura”. A través del trabajo teatral, el espacio urbano y sus elementos “ahora son juguetes de otra dimensión, de otro tamaño, de otra forma, que buscan discursos quizá más profundos», expresa el artista.