La respuesta de la sociedad a la inseguridad ha sido recluirse, movilizarse de manera individualizada, pero no colectiva. Es decir, “estamos dando la posibilidad de que la delincuencia se apropie de lo que es de nosotros: los espacios públicos”, afirmó en entrevista Juan Antonio Rodríguez González, director del departamento de Estudios Sociales de la Universidad de Guanajuato.
Explicó que la sociedad cada vez es más activa pero está muy dispersa, es decir, se moviliza de manera individualizada y no de forma colectiva o social, y por lo tanto “nos estamos encerrando a nosotros mismos”.
Según comentó, la sociedad no tiene las herramientas para actuar de manera colectiva, pero también debe considerarse que el ciudadano no estaba acostumbrado al actual contexto de violencia e inseguridad en todo el país.
El académico indicó que la gente debe indignarse por la situación imperante y no verla como algo cotidiano. Por el contrario, la sociedad debe reclamar los espacios públicos, pero no violentando a los grupos criminales porque ellos tienen las armas, sino “viviendo” los espacios, es decir, retomarlos y hacerlos propios.
Rodríguez González indicó que a nivel nacional la sociedad se está esforzando por participar de forma activa en medidas que ayuden a mejorar la situación de la inseguridad, pero los esfuerzos son aislados en un entorno donde no hay un mayor impacto a nivel regional.
Además, dijo que es importante que todos esos esfuerzos de la sociedad estén más vinculados entre sí y que no permitan una organización vertical, sino horizontal, para que la ciudadanía en su conjunto participe de acuerdo a sus necesidades e intereses y así coadyuvar en la recuperación de los espacios.
Para ello, también es necesario el respaldo de las instancias y los gobiernos municipales y estatales para que ello sea posible, puesto que mantenerse aislados no es algo que sea benéfico.
Por otra parte, Rodríguez González manifestó la necesidad de que las instituciones, los poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo demuestren un mayor compromiso para que realmente haya certeza de la sociedad respecto a su función para atender el problema de la inseguridad.
Afirmó que las instancias cada vez tienen menos credibilidad, pero el actual contexto es una oportunidad para recuperar la confianza de la sociedad, y para ello deben atenderse los reclamos ciudadanos. Si los mecanismos jurídicos para sancionar corruptelas funcionaran eficientemente, sería un buen inicio para generar esa certeza en la gente.