En conferencia de prensa, la síndica municipal de Sombrerete, Marcela Villegas Ibáñez, en compañía de un grupo de regidores y regidoras, exigieron que el alcalde Alan Murillo, que se siente a negociar y firme convenio con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que se descongelen las cuentas y puedan pagarle a los trabajadores, ya que son dos quincenas que les adeudan y el ayuntamiento está colapsando, aseguraron.
Villegas Ibáñez denunció que el presidente municipal no quiere optar por ninguna de las posibilidades que el instituto de seguridad social plantea, y por ende, no ve las necesidades que tienen sus trabajadores. “No es posible que hayamos elegido a este presidente que nos ha decepcionado”, dijo.
El regidor Cornelio Luna precisó que la deuda del municipio con el IMSS es de 89 millones de pesos, pero con multas y recargos, el monto asciende a 188 millones, y todo se ha generado en esta, su reelección, porque desde la administración anterior de dejaron de pagar 49 mensualidades y en lo que va de 2022 no se ha hecho un solo pago al instituto sin que se sepa a dónde ha ido parar ese recurso, por lo que reiteró el llamado al edil a que dialogue y cumpla.
De acuerdo con el regidor, el IMSS ha planteado tres opciones para que las cuentas se descongelen: pagar todo; pagar 32 millones de pesos en dos parcialidades; o bien, pagar 14.5 millones de pesos de manera inmediata. De no hacer ninguna de las tres, que es a lo que se niega el alcalde, pone en riesgo el aguinaldo y prestaciones de fin de año de más de 700 trabajadores.
Según informó el cuerpo edilicio de Sombrerete, Alan Murillo no acata ninguna de estas tres opciones porque pretende demandar al Seguro Social por haberle congelado las cuentas, pero esta es la vía larga, argumentaron, y los trabajadores ya no toleran más tiempo sin que se les pague su quincena, algo que las autoridades del IMSS aseguraron que no tenía por qué afectarse, no obstante, desde el pasado 9 de noviembre ya se instalaron en plantón en la presidencia municipal, mientras que el equipo del alcalde está trabajando de manera clandestina en un domicilio particular.
Con estas acciones, repitieron, se pone en riesgo el pago del aguinaldo de los trabajadores del ayuntamiento, así como las prestaciones de fin de año, pues aun cuando Murillo dijo que pediría un adelanto de participaciones por el orden de 10 millones de pesos, de los cuales siete servirían para pagar las dos quincenas que se adeudan, ya no se les ha citado a sesión de cabildo para tomar esta decisión. “Lo que falta es voluntad”, dijeron, porque además el municipio tiene terrenos para ir saldando deudas con el instituto.
Ante este panorama, hicieron finalmente un llamado al gobernador David Monreal Ávila y a los 30 legisladores, así como a los diputados federales, para que volteen a este problema que está afectando a los trabajadores del ayuntamiento y la operatividad del municipio mismo.
