La Gualdra 527 / Humanidades
Sin duda, es sustancial e indispensable que, perteneciendo al gremio docente, expresemos nuestros sentires respecto a diversos fenómenos sociales y sucesos que acontecen hoy a la redonda. Uno de estos, es la guerra que inició la Federación Rusa contra Ucrania el 24 de febrero de 2022 y que ahora (lejos de ser un simple tema de “moda”) atañe a todo el mundo por su gravedad e importancia a nivel internacional y se ha convertido en tópico de discusión en la comunidad académica mexicana.
A propósito de esta guerra, ya han hablado y escrito varios analistas: economistas, politólogos, expertos en relaciones internacionales, sociólogos mexicanos. En sus análisis, ellos se centran en la posición de la Federación Rusa en la política y economía mundial y en sus controversias con los países miembros de la OTAN. Sin embargo, están ausentes los trabajos sobre la situación interna de Rusia, así como sobre los aspectos históricos de los pueblos ucraniano y ruso, para conocer la raíz del conflicto que persiste ya varios siglos.
Considerando lo anterior, es importante hablar de Rusia como heredera de la URSS: un país militarizado, con la industria de extracción básicamente (la principal exportadora de petróleo y gas a Europa), pero además un país que vive de las importaciones de los productos de consumo básico, con los índices muy bajos de natalidad y muy altos de emigración, con muchos pueblos y ciudades grandes desérticos, despoblados, con altos gastos militares, con el nivel de vida muy bajo de la población, con un sistema de gobierno totalitarista, donde los procesos democráticos se oprimen, con la propaganda agresiva del régimen en el poder, con la opresión inmediata de toda la oposición. También recordar que la guerra que inició en Ucrania, no es la única en este siglo XXI que ha llevado a cabo Rusia (antes fueron las guerras en Chechenia, Georgia, Siria, Abjasia, Osetia del Sur).
Asimismo, hay que conocer los prolegómenos del conflicto actual. Ucrania por siglos ha luchado por su soberanía e independencia del así llamado “hermano poderoso” y vecino imperialista (incluso, durante la existencia de sus “tres imperios”: el Imperio Ruso, la URSS y ahora con la Rusia dictatorial). Aunque los pueblos ucraniano y ruso tienen la misma procedencia eslava oriental, su diferenciación, tanto lingüística como cultural y política, inició en el siglo XIII y agudizó en los siglos XIV y XV. De hecho, la política, consistió en que a Ucrania, la gobernó la comunidad, la sociedad, la unión de distintos pueblos que la conformaban; en cambio, la historia de Rusia es la historia de un imperio, un estado totalitarista y el pueblo que por siglos fue esclavizado.
En suma, es importante que, al verter nuestras opiniones, seamos responsables por los datos divulgados (al igual que lo somos en la producción de conocimientos científicos), que nos apoyemos no solo en la información “accesible” fluida desde los medios de comunicación convencionales reproduciendo el discurso oficial, sino que logremos, a decir de Maldonado (2014), “altos grados de libertad y complejidad”, usemos la inteligencia analítica, la curiosidad intelectual, la capacidad de asimilar el discurso ajeno, la habilidad de ir más allá de la retórica instituida, coadyuvando asimismo a transformar los patrones, comportamientos y estructuras.
* Universidad Autónoma de Zacatecas. Unidad Académica de Estudios de las Humanidades.
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