- La pieza pertenece al “Teatro del Absurdo”, basada en la técnica derivada del Teatro Pobre
Desde hace unos dos años se ha venido presentando en la ciudad de Zacatecas una pieza de teatro, un monólogo para ser más estrictos, de uno de los autores teatrales más connotado de todos los tiempos: Samuel Beckett, Premio Nobel de Literatura en 1969.
Esta puesta en escena, única en su género, ha perdurado gracias a la tenacidad y visión directiva del subdirector del Centro Cultural Ciudadela del Arte, Manuel Meza Montalvo, quien ha creído en las habilidades histriónicas y el conocimiento acumulado sobre el teatro en casi medio siglo de vivir empecinado en incansables búsquedas sobre esta disciplina, por el actor, director e investigador independiente Jorge Humberto De Haro Duarte.
Desde el momento en que el espectador ingresa al escenario, se adivina que algo diferente va a ocurrir, que la experiencia por vivir será fuera de lo común y la presentación preliminar así lo confirma cuando se dan los antecedentes técnicos, prácticos, teóricos y hasta filosóficos de la propuesta, que la pieza pertenece al “Teatro del Absurdo”, que está basada en la técnica teatral derivada del Teatro Pobre, de Jerzy Grotowski y la herencia filosófica de Antonin Artaud.
Luego viene la transformación, desde el inicio de la trama en total obscuridad el escenario se transfigura física y emocionalmente; luego, al encenderse un quinqué, única iluminación en escena, el mundo se transforma para todos; El Recitante, personaje de la obra, va narrando sus vicisitudes al interior de las cuatro paredes que limitan su soledad y va atrapando a todos los presentes con sus razonamientos durante los casi sesenta minutos que dura la pieza, dejando al mundo real en el olvido.
Todo se transforma y se vive alrededor de la trama interpretada con sobriedad y una profunda honestidad teatral por parte del actor. Al finalizar la representación, los espectadores permanecen atrapados por la experiencia recién vivida.
En resumen, la puesta en escena es una propuesta que no se ha visto antes en la historia local del teatro. El actor y director, aunque sea un aparente “desconocido”, muestra un dominio escénico a prueba de elementos extraños y externos de cualquier tipo. Si usted ya vivió esta experiencia, hágalo de nuevo y si no, se ha perdido de una experiencia teatral única e inolvidable.
Solo se presenta todos los viernes a las 20 horas en la Ciudadela del Arte. Se recomienda asistir puntualmente.
