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jueves, 28 marzo, 2024
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No es factible proyecto de la presa Milpillas: Darcy Teatrault

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ “Manejo del agua en Zacatecas se caracteriza por pérdidas, corrupción institucionalizada”

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■ Considera que existen alternativas en lugar de gastar 6 mil millones de pesos en el proyecto

 

El manejo del agua en Zacatecas se caracteriza por ineficiencias, pérdidas, falta de medidores y contabilidad, desigualdad, la no aplicación de leyes, la corrupción institucionalizada y la falta de participación ciudadana en la toma de decisiones, pero construir una presa con un costo de 6 mil millones de pesos no es factible, afirmó Darcy Tetreault, investigador de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).

“Existen alternativas, en lugar de gastar 6 mil millones de pesos en una presa que sólo servirá para lucrar con el agua de consumo humano y también para proteger los intereses de las grandes empresas que actualmente sobreexplotan y contaminan los acuíferos”, expresó.

En un plano técnico, explicó que esas alternativas tienen que ver con reducir la demanda, empleando por ejemplo las siguientes medidas: medir todas las extracciones y el consumo para poder aplicar tarifas escalonadas que incentivan el uso eficiente del líquido vital, impulsar la adopción de tecnologías y cultivos ahorradores de agua en el campo, tratar bien las aguas municipales residuales para su empleo en la agricultura e industria y reparar las fugas en el sistema municipal de agua.

Comentó que ha habido iniciativas para aplicar algunas de estas medidas en Zacatecas, pero el vigor con el cual se aplican las alternativas de este tipo y su éxito dependen en última instancia de la participación inclusiva y amplia de la ciudadanía en la gobernanza del agua, lo cual no ha ocurrido.
Además, se requiere esta participación para impulsar dinámicas democráticas capaces de efectuar una redistribución de los recursos hídricos subterráneos existentes, de acuerdo con lo estipulado en el Artículo 14 de la Ley de Aguas Nacionales, el cual prioriza el agua para el sector público urbano y para propósitos domésticos.

De acuerdo con Tetreault , “esto es congruente con la ‘nueva cultura del agua’ que ha emergido de luchas sociales en torno al agua, la cual reconoce que el líquido vital tiene cuatro funciones que deben priorizarse en el siguiente orden: agua para la vida (es decir, para la satisfacción de necesidades humanas básicas), agua para el mantenimiento de los ecosistemas (lo que implica no sobreexplotar los acuíferos), agua para las actividades de interés social general (por ejemplo, para regar parques públicos o para la producción agroecológica de pequeña escala) y agua para el crecimiento económico y el desarrollo”.

En este orden de ideas, el especialista manifestó que las alternativas a la presa Milpillas implican la necesidad de subordinar los intereses del capital extractivista a los del bien común.

Refirió que el estudio de factibilidad de la presa Milpillas señala que la obra permitirá frenar el abatimiento de los acuíferos en la región centro del estado de Zacatecas, lo cual se considera “un efecto importante del proyecto de gran magnitud e importancia”. Sin embargo, esta proposición es una falacia, pues el proyecto se construye “sobre arenas movedizas, por lo que es necesario esbozar otras alternativas”.

Cuestionó que el método utilizado para estimar el volumen de agua disponible para el proyecto no está incluido en el Estudio de factibilidad de la presa Milpillas elaborado por el Gobierno de Zacatecas y Conagua en 2015 a un costo de 16 millones 362 mil 98 pesos, para cumplir con el trámite de la Manifestación de Impacto Ambiental ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

“De hecho, como se notó en la opinión técnica emitida por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua el 25 de octubre de 2015, el estudio de 542 páginas carece de información básica, por ejemplo, un cálculo para estimar el caudal del río en diferentes temporadas del año, la elevación y la longitud de la cortina, el volumen del agua que se pretende capturar y la calidad del agua”, expuso Tetreault en un análisis publicado en la revista Observatorio del Desarrollo.

Comentó que en el Estudio de factibilidad se afirma repetidamente que el proyecto servirá para aliviar la presión sobre los acuíferos sobreexplotados en la región centro del estado y en la página 29 se dice que para finales de la vida útil de la presa (50 años) “se espera que los acuíferos que dotan de agua a esta poblaciones, ya hayan recuperado sus niveles freáticos y se encuentran en condiciones satisfactorias para poder abastecer la demanda de agua en ese momento”.

Sin embargo, en ningún lugar se presentan los datos y cálculos correspondientes para respaldar esta afirmación, pues las concesiones de agua subterránea en la región centro de Zacatecas suman 553.7 Mm3 / año; las tasas de recarga de los cinco acuíferos en la misma región suman sólo 292.4 Mm3 /año, lo que deja un déficit total de 261.3 Mm3 /año. Según sama, el acueducto tendrá la capacidad de transportar 41.0 Mm3 /año de agua a la región centro.

Si con ello se alivia en la misma magnitud la explotación de los acuíferos en la región centro de Zacatecas, estos todavía serán sobreexplotados a una tasa de 220.3 Mm3 /año, o sea, más de cinco veces el volumen de agua que se espera de la presa Milpillas.

Así, la presa Milpillas no permitirá que los acuíferos en la región centro del estado de Zacatecas se recuperen de las altas tasas de sobreexplotación, ya que las verdaderas tasas de extracción probablemente sean mucho mayores que los volúmenes definidos por las concesiones de Conagua.

Asimismo, en el Estudio de factibilidad se considera que El Potrero y La Lagunita se beneficiarán del proyecto debido a las oportunidades de pesca y turismo derivadas del embalse, y porque habrá más agua disponible en los ámbitos local y municipal para el consumo público urbano y las actividades agrícolas.

No obstante, Tetreault afirmó que el Estudio de factibilidad no analiza los impactos socioambientales derivados de tener menor disponibilidad de agua en los poblados y ecosistemas aguas abajo de la presa. A pocos kilómetros aguas abajo del sitio donde se pretende construir la presa Milpillas, se encuentran dos poblados humanos con actividades agrícolas en las riberas del río: Atotonilco, con una población de 530 habitantes; y la cabecera municipal de Jiménez del Teul, con mil 662 habitantes.

Además, “en varias partes del documento se menciona que el agua de la presa Milpillas será no sólo para el consumo público-urbano, sino también para proveer de más agua a las actividades agrícolas, industriales y de servicios”.

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