21.4 C
Zacatecas
martes, 16 abril, 2024
spot_img

“El Papa ha venido a donde sabe que va a tocar el dolor de los mexicanos”: Cisneros

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ALMA RÍOS •

■ Eligió visitar Ecatepec, municipio con el índice más alto de feminicidios a nivel nacional

- Publicidad -

■ Posible, que el pontífice realice una audiencia con los padres de normalistas desaparecidos

Si el papado del polaco Karol Wojtyla mostraba una obsesión por el Este y el Oeste. El del latinoamericano y jesuita Mario Bergoglio, “tiene muy claro el asunto de la inclusión y la exclusión”. La polaridad entre el Norte y Sur, según lo ha expuesto el sociólogo de religiones, Bernardo Barranco. Este enfoque central se exhibe en su visita a México, en la que da seguimiento a una agenda que se dirige hacia la periferia, no sólo geográfica, sino fundamentalmente la que da atención “a las periferias humanas”.

Así fue expuesto en Acentos, el programa de La Jornada Zacatecas TV, uno de los temas centrales de la histórica visita del Papa Francisco a México, en la que eligió como lugares para ofrecer misas y discursos, dijo Mario Cisneros, invitado en esta ocasión y también sacerdote jesuita, “los lugares a donde sabe Francisco que va a tocar el dolor de los mexicanos”.

Cisneros propuso como central y simbólico, el que el pontífice eligiera localidades y estados ubicados en esta “periferia humana”.

Si bien era obvio, dijo, que habría de visitar la capital de la República por encontrarse allí la Catedral Metropolitana, sede de la Arquidiócesis Primada de México y la Basílica de Guadalupe, nada escapa a su agenda en este momento histórico por el que transita el país, pues el Papa, “conoce la realidad mexicana y sabe que su visita conlleva un acento político importante y que los mexicanos estamos esperando una palabra de aliento”, expuso.

Su visita va a la periferia “real” de México, donde están aquellos más vulnerables. Su paso por el Estado de México, por ejemplo, además de atender a la diplomacia se ubicó no en Toluca, a donde fue convocado por el gobierno mexicano sino a Ecatepec.

Aquí refirió Mario Cisneros una anécdota. “El gobierno estaba muy interesado en que fuera al Estado de México, lo invitan a Toluca y él dice: yo quiero ir a Ecatepec. Ese es el lugar donde quiero estar”.

Relata que Pietro Paroli, secretario del Estado Vaticano, dijo al emisario gubernamental de México, “¿No querrás que vayamos a Atlacomulco?”.

Ante la reacción de espanto del funcionario, el prelado italiano refirió: “Viví en México muchos años…es una broma”.

Ecatepec apuntó Mario Cisneros, es un municipio que tiene el índice más alto de feminicidios a nivel nacional. El Papa Francisco eligió ir “a un lugar de población trabajadora. Ahí no hay colonias de ricos, no hay gente rica en Ecatepec”, y es justo en este lugar donde quiso celebrar una de las misas de su visita a México.

Agendó asimismo eventos en Chiapas, lo que significa “un espaldarazo” claro a la Iglesia autóctona promovida por Samuel Ruiz, “el difunto Tatic Samuel, que impulsó una, con rostro indígena, que habla su lengua, que utiliza sus símbolos y que tiene a los diáconos y al pueblo como los principales personajes”.

Su visita a la tumba del extinto obispo de San Cristóbal de las Casas, “es un hecho revolucionario a todas luces”, sostuvo, porque en vida, muchos obispos y cardenales en México “lo criticaron abierta y frontalmente”.

Francisco está diciendo con este gesto a la iglesia católica mexicana: “esto estuvo bien hecho”, sostuvo Mario Cisneros.

Aquí recordó Carlos Alberto Navarrete, jefe de Información de La Jornada Zacatecas y conductor de Acentos, a Samuel Ruiz como mediador entre el gobierno mexicano y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y su intervención en el conflicto de San Salvador Atenco, donde se integró a la campaña nacional e internacional Libertad y Justicia para Atenco.

“Y no quiero decir con esto que Samuel Ruiz haya sido un hombre perfecto, seguramente cometió muchos errores, pero –el Papa Francisco- está dándole apoyo a un modelo de iglesia que es muy diferente al modelo mexicano hegemónico, y que está mostrando una línea muy clara”, agregó Cisneros.

Sobre su paso por Morelia en el lastimado estado de Michoacán, ponderó positivamente y con expectativa el mensaje que ofrecerá a los jóvenes en un estadio de futbol. Para luego acotar sobre la culminación de su viaje en Ciudad Juárez.

En esta  “otra llaga todavía abierta” en el país, donde aunque la situación de violencia ha mejorado, la población se divide entre trabajadores de maquiladora y migrantes de paso, procedentes de todo el país y Centroamérica, los feminicidios no aclarados hasta hoy, han dejado una huella honda, expuso.

Del periplo por el dolor de México, agregó Carlos Alberto Navarrete, queda una deuda, el encuentro con los padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.

Dijo el jesuita Mario Cisneros, que desde su perspectiva este encuentro ofrecería un “signo poderosísimo”, y aunque expuso que al ser el Papa invitado del gobierno mexicano, quien tiene “un interés muy grande en que Ayotzinapa ni siquiera se mencione”, no descartaría que una audiencia o algún otro gesto de acercamiento con los padres de los jóvenes pueda darse, saliéndose nuevamente del protocolo, y respondiendo así quizás a su adelanto de que traería a México, “sorpresas”.

Jorge Mario Bergoglio ha hecho transitar la agenda de la Iglesia antes asentada y acentuada en la ortodoxia, el cumplimiento de las normas y “lo ritualístico”, a querer mostrar el rostro misericorde de Dios.

Con su exhorto y énfasis para que la Iglesia “salga a la calle” y se asiente donde “normalmente no está”, su invitación a los jerarcas para que como un buen pastor “huelan a oveja” o su llamado a los jóvenes a “hacer lío”, el Papa Francisco busca sacar a la Iglesia de “ámbitos cerrados y anquilosados, a donde está la vida, y presentando este rostro de misericordia”.

Los dos elementos se exhiben en su preocupación por el medio ambiente, en la que su Laudato si, dijo, “es una joya que merece la pena leerse. Seamos o no católicos”, por ser un texto “iluminado”.

Francisco “es un Papa pastoral 100 por ciento, es un Papa cercano al pueblo que sabe las necesidades de México”, concretó.

Como Mario Cisneros adelantó expectativas en la grabación de este programa realizada el pasado viernes acerca de que Jorge Mario Bergoglio hablaría contra la corrupción, el pontífice efectivamente se ha referido al tema en el encuentro que tuvo con jerarcas en la Catedral Metropolitana, al invitar a los obispos a ser “transparentes”.

Luego en Palacio Nacional fue contundente al señalar en su mensaje frente al presidente Enrique Peña Nieto, que “cada vez que buscamos el camino del privilegio o el beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano la vida se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”.

En la entrevista con Acentos, Cisneros dijo sobre este discurso contra la corrupción y respecto a su recepción en México, “va a tener una fuerte mella en la clase política mexicana. Y eso es lo que esperamos todos, de verdad lo deseo desde el fondo de mi corazón, que la clase política escuche esto”.

El impacto de estos mensajes, agregó, será más fuerte pero en el pueblo laicado que lo recibe con gran ánimo y atiende sus invitaciones, pero también en el clero, donde “cambiarán algunas cosas pero lentamente”, observó.

“Y por último como país, y como proyecto de nación, yo creo que también tendrá algunas influencias, esperamos también algunos cambios con respecto a la inseguridad, a los feminicidios, etc., que el Gobierno Federal ponga atención a estos asuntos que Francisco va a ir señalando”.

 

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -