Durante el reciente foro que realizaron los 4 aspirantes a la candidatura presidencial del Frente anti-AMLO, se afirmó que ellos ganarán la elección del 2024, en virtud de que la llegada de AMLO a la presidencia en 2018 fue un accidente histórico y que el país está en el peor momento de su historia. Da la impresión de que no leen los reportes de las casas encuestadoras sobre el apoyo popular al presidente, ni los triunfos de Morena en las últimas elecciones de 22 gobernadores, ni los informes recientes del INEGI o del Coneval, o la percepción de los inversionistas extranjeros sobre la economía de México que los convence de invertir aquí más que antes, ni que la inflación no fue mayor a 1 dígito, o las cifras del empleo y de los salarios en los informes referidos, etc. Todo indica que tienen el acuerdo de no debatir nada sobre el país real en el que vivimos, y que utilizarán los medios de comunicación solo para descalificar todas las políticas de la 4ª T, o para mentir, calumniar, o insultar al presidente, sin rubor alguno, hasta lograr minar la confianza de la población en AMLO, lo que no han logrado hasta hoy.
Calificar como accidente historico el triunfo de AMLO en 2018, es un intento de borrar de nuestra memoria el desastre que significaron los gobiernos de los neoliberales desde 1982 hasta 2018, 36 años, y que el pueblo mexicano votó antes en dos ocasiones para sacarlos del poder, en 1988 con Cuauhtémoc Cárdenas, y en 2006 con AMLO, y que solo con fraudes el PRIAN retrazó la llegada de la izquierda a la presidencia hasta 2018. Hagamos una breve síntesis de su desempeño para ayudar a la memoria colectiva.
En octubre de 1973 la OPEP tomó la decisión de no exportar crudo a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra con Siria y Egipto, lo que provocó que los precios del crudo subieron drásticamente y se estableció un nuevo nivel de consumo impuesto por el embargo. Llegó la denominada crísis de la deuda externa de muchos países. En México, durante el gobierno de José López Portillo (1976-1982) Pemex descubrió varios yacimientos de petróleo, lo que lo animó a endeudarse para incrementar sustancialmente la producción y exportación de crudo, y aprovechar los altos precios internacionales vigentes. Sin embargo diversas medidas adoptadas por el mundo occidental redujeron sustancialmente los precios e incrementáron las tasas de interés de los creditos con lo que, de repente, durante los últimas semanas del sexenio de JLP, México se encontró en el peor de los mundos: altamente endeudado y sin ingresos suficientes para pagar el servicio de la deuda; hubo una brutal fuga de capitales, el país declaró su insolvencia y se desató una espiral inflacionaria que llevó al tipo de cambio a $2,290.00 por dolar al final del sexenio de Miguel de la Madrid, que aprovechó el momento para imponer sin miramientos el modelo neoliberal: diminución salarial, privatizaciones corruptas, apertura comercial abrupta, debilitamiento de los sectores educativo y de salud, etc. Y lo más trascendente, con la complicidad del PAN, mediante el fraude electoral de 1988, impuso a Carlos Salinas de Gortari (CSG) en la presidencia de México, quién profundizó ese camino y el tipo de cambio llegó a $3,410.00 por dólar, por lo que decidió eliminar tres ceros y crear el nuevo peso, de manera que el tipo de cambio pasó a 3.41 nuevos pesos por dólar (N$3.41).
El 1 de diciembre de 1994, asumió el poder Ernesto Zedillo y se produjo el llamado”error de diciembre” que provocó otra estampida de capitales y otra brutal devaluación del peso, que propició el crecimiento del número de deudores y que solo amainó con el embargo de nuestra producción petrolera por el gobierno de E. U. a cambio de su apoyó financiero. En esas circunstancias nació el PRIAN, que aprobó todas las reformas estructurales y que ahora se expresa como Frente anti AMLO. El tipo de cambio pasó de N$3.41 a N$9.36, y al finalizar el sexenio los legisladores del PRIAN aprobaron el Fobaproa para convertir las deudas de los banqueros en deuda pública, que todavía hoy seguimos pagando. Por esas experiencias traumáticas los mexicanos asociamos la devaluación del peso con el peor de los mundos, convicción aprovechada por los neoliberales con el apoyo de los medios de comunicación a su servicio, para imponer la idea apocalíptica de que «Si gana AMLO el peso se derrumbará frente al dólar”, como eje principal y sistemático de la propaganda sucia contra él durante la campaña del 2006, que incluyó su desafuero en 2005 y el nuevo fraude de 2006 para imponer a Felipe Calderón.
Por todo ello, en 2018 fue imparable el tsunami electoral en apoyo a la tercera candidatura de AMLO, y han sido infructuosos todos los intentos de minar la fortaleza de la 4ª T y la confianza en el presidente, y ese destino tendrá la impugnación estridente, pero sin sustancia de los libros de texto gratuito. Ante esa realidad, los aspirantes del Frente anti-AMLO intentarán evitar el debate sobre su desempeño desde 1982, y que la decisión de designar a José Ángel Gurría (Miembro del grupo compacto de CSG) para elaborar su plataforma electoral, se considere como una prueba de que intentarán repetir la experiencia de sus 36 años en el gobierno. Pronto lo veremos.