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jueves, 28 marzo, 2024
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■ Miscelánea ¡El norte es el que ordena!

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Por: AQUILES GONZÁLEZ NAVARRO •

Título robado a Mario Benedetti,
de la poesía “El Sur también existe”

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Hay desabasto de productos básicos en Venezuela. No hay suficiente energía eléctrica, por lo que los apagones son continuos y prolongados. No hay medicamentos suficientes y prácticamente hay una carencia total de los básicos para enfermedades terminales como el cáncer. Hay muertos. Miles de venezolanos emigran hacia los países colindantes. Esta información es la nota cotidiana cuando de Venezuela hablamos.

Aunque no se dice que empresarios norteamericanos deben a Venezuela más de 18 mil millones de dólares por venta ya entregada de petróleo, cantidad retenida por el Gobierno gringo. Tampoco se dice que el desabasto es motivado por el bloqueo de los Estados Unidos y de países que se hacen cómplices de la infamia, entre los que afortunadamente no está México.

Cuba, el país hermano ha sufrido situaciones semejantes que se agravaron cuando Fidel solicitó ayuda de la entonces URSS, ante el bloqueo ordenado por los Estados Unidos y aceptado dócilmente por los países miembros de la Organización de Estados Americanos OEA, a excepción de México. Aunque el bloqueo a este país no ha cesado desde su Revolución en 1959, hoy se retorna a mecanismos de presión con el gobierno del insensato, por no decir paranoico Trump.

Y, México no fue la excepción: En 1940 el gobierno del General Lázaro Cárdenas despenalizó la cannabis, con el fin de detonar la industria textil para aprovechar la alta calidad de la fibra de cáñamo que se obtiene del mundialmente reconocido arbusto con el nombre de marihuana.

El empresario Du Pont, recién había registrado un producto nuevo: Fibra de nylon, que entró en competencia con la fibra de cáñamo y el henequén. Estados Unidos apoyó a Du Pont y suspendió algunas importaciones de productos de aquel país al nuestro, sobre todo medicamentos.

El Médico mexicano Leopoldo Salazar Viniegra, jefe de los servicios de salud del gobierno cardenista, se apersonó ante el Senado para explicar los beneficios de lo que llamó un arbusto inocuo: para uso médico por los cannabinoles de las hojas y flores; para uso alimenticio con las semillas que tienen alto contenido en vitamina B y para uso industrial, a partir de la fibra de los tallos y de la que deriva el nombre de la planta, “cáñamo”, de cannabis.

Fue inútil: El gobierno de los Estados Unidos amenazó al gobierno cardenista, con suspender en su totalidad el envío de medicamentos a México, incluyendo las vacunas contra la viruela y poliomielitis.

El gobierno cardenista había iniciado el programa de vacunación para todos los niños mexicanos y nuestro país era azotado por la ambas enfermedades precisamente.

Nuestro gran Presidente se vio obligado a abrogar, por conducto del congreso, el decreto que declaró la despenalización del cannabis, no sin antes afirmar ante la nación: “Sin ciencia y sin tecnología no hay soberanía…”y fundó el Instituto Politécnico Nacional…

De lo que ocurrió antes con la invasión norteamericana a nuestro país, mejor ni hablar, ¡dos millones de kilómetros cuadrados perdidos! Nos quedó la mitad.

Pero los agravios a México por parte de los gobiernos de los Estados Unidos, no han sido solamente los mencionados: El desquiciamiento en seguridad pública y la militarización son consecuencia del “Plan Mérida” aceptado sin consideración alguna por el traidor a la patria Felipe Calderón, aunque la preparación de la embestida se preparaba desde el gobierno del “asno que cabalga sobre caballos” Vicente Fox (Fernando Vallejo dix).

Durante el des- gobierno de Fox la llamada Escuela de las Américas, capacitó e ideologizó a un grupo de élite del Ejército Mexicano que luego ya egresado y de regreso a México se hizo llamar “Los Zetas”. Y, la pesadilla comenzó…

Ya con Calderón se elaboró en los Estados Unidos por el llamado Comando Norte, lo que se denominó el “Plan Mérida”, consistente en la entrega de miles de millones al gobierno calderonista, a cambio de aceptar la penetración militar a nuestro país, la intervención de agentes de la CIA, la orientación de la economía y el ingreso de más de 200 mil armas de asalto cada año, e inclusive la imposición del llamado Sistema Penal adversarial o Juicios orales.

Y, ¿para qué el ingreso de armas? cuál ratones de laboratorio: Para dar seguimiento a cada una de las armas y ¡rastrear hasta donde y hasta quien llegaban! La llamada operación Rápido y Furioso implementada durante el gobierno del traidor Felipe Calderón es la puesta en práctica del Plan Mérida.

Hace días, algunos colaboradores de López Obrador, tal vez atraídos por los dineros mutimillonarios que el Plan Mérida ofrece, anunciaron la continuación del esquema calderonista, con el fin de sufragar gastos de la nueva policía llamada Guardia Nacional.

Buen conocedor de la perversidad del gobierno de los Estados Unidos y de lo que significa el “Plan Mérida”, nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador negó la continuación del Plan Mérida e informó que nuestro País tiene para pagar los gastos de su Guardia Nacional. ¡De la que nos salvamos!

Bien por el Presidente.

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