Tan insistente la memoria, tan persistente la historia de cada uno de nosotros, en el panorama humanitario de las suspicacias y las mejores aventuras.
Veamos las cosas como son: desde Argentina nos alcanzan victorias que no se doblegan, dentro de mil días se cumplirán 20 años de la conquista que hicimos del cono sur, y a la vanguardia, mi hijo Ángel Aguilar Vaquero y su servilleta con agujeros, pero bien servido de todo un pueblo que nos dijo dijo: órales, éntrale, acá te esperamos para que nunca vuelvas, y si algún día y si te va bien y si lo haces, es porque conociste alguien mejor que nosotros y quieres enseñarnos lo que florezca de ellos mismos, sus sentimientos, sus cataclismos obreros, sus barriadas inmensas y desbordadas de enconos o canciones de protesta.
Así fue mi caminante, mi valedor eterno, mi tata, miren bien, ahí en esos escondrijos se refugiaba un amor muy grande y las ganas de corregir el rumbo de que la vida cambiara para el bienestar de todos, no nos podemos sustraer de las cosas que se dieron para que en esa parte del fin del mundo, conociéramos las batallas y derrotas de un país a la que le dolió como a nadie la muerte, gozó de la vida y ahora se inquieta por tantos errores cometidos en nombre del neoliberalismo, el capitalismo salvaje y de las incursiones decididas de los cárteles mexicanos, rusos e italianos en la vida económica estratégica.
Tu dices: yo conozco a Rocío Nahle , esa proclama que enorgullece a millones, abarca, le entra al debate limpio, es la señora ingeniera experta en armar estructuras de todas partes del mundo en tiempo récord, nos quedamos cortos en su esplendorosa descripción: zacatecana que triunfa en pos de que todos triunfemos pero muy unidos en el voto y en la inspiración de una nueva patria que nos subleve a todos a cuidarnos, a dar respuesta concreta ante cada provocación, a mirar de frente mientras la lluvia cae a borbotones en muchas colonias centenarias y las deja inundadas o inservibles y todo se estremece.
La historia del mundo la está escribiendo la juventud entera, los cachorros del mundo animal tan en espera de que hagamos el sufragio demasiado efectivo de salvarnos para siempre o empujarnos al abismo, no es una apuesta, es cumplir con un método generacional que hemos heredado y del cual somos su privilegio.
Privilegio estar en esta época a la que quizás nunca imaginamos, a lo mejor si en el preludio de la inspiración italiana, española y portuguesa para escribir las paginas mas gloriosas de las conquistas del mundo entero y sus siglos y milenios desafiantes para armar países exportadores de orgullos y alimentos únicos en el portafolio de las deslumbrantes noticias, quizás más portentosas que los sajones de Inglaterra que ahora dominan casi al planeta entero.
Mundo argentino en el piso continental, mundo zacatecano haciendo historia en Veracruz, la primera gran ciudad continental en donde inventaron todas las conjuras para que la juventud del mundo se siga estremeciendo, cambiando los senderos y las rutas, para bien de todos y de todas.