Este viernes inició el Coloquio “Autonomía y Creación en el mundo contemporáneo: a cien años del nacimiento de Cornelius Castoriadis”, en el que académicos de diversas universidades latinoamericanas manifestaron la necesidad de rescatar no sólo su pensamiento o su filosofía, sino también su activismo político como punto de partida para repensar la transformación social.
El coloquio fue organizado por la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), el Centro Latinoamericano de Pensamiento Crítico (Celapec), Ágora Internacional, y la Universidad de Buenos Aires (UBA), y durante la sesión de este día se manifestó la necesidad de repensar sus aportaciones, pero a partir de su activismo político.
“Castoriadis lo que propone es pensar un sujeto autónomo y esto no supone una supresión de la alienación en favor de una autonomía irrestricta o un control consciente pleno, sino que supone una transformación reflexiva de la relación entre los contenidos incorporados y las posibilidades instituyentes del sujeto”.
Según expusieron los participantes, esta idea contrasta con otros planteamientos sobre el sujeto, entre ellas la idea del sujeto político como toma de conciencia que transforma las categorías a partir de las cuales entiende la realidad social en un movimiento definitorio.
En tal caso, Castoriadis plantea la subjetividad política como un proyecto, como un continuo devenir, de manera que hay categorías interesantes para pensar la subjetividad política.
Comentaron que el pensamiento de Castoriadis no está en el olvido, pero “el peligro está en que no se ha asimilado desde la perspectiva política e intelectual. Le está pasando lo que le ha pasado a Gramsci que ha sido asimilado por el pensamiento postcolonial”.
“Ese es el peligro de Castoriadis. Castoriadis fue fundamentalmente un militante político y su obra intelectual no puede ser abordada al margen de su compromiso político. Fue un anticapitalista que rompió con el comunismo, pero no es un detractor del marxismo, sino que rompió con la perspectiva determinista del marxismo, pero nunca lo abandonó”.
Incluso, refirieron que Castoriadis fue antitotalitario e incluso rompió relación con el trotskismo por su ortodoxia, de manera que fue fundamentalmente un militante político que luchó contra la injusticia y la violencia estructural en todas sus expresiones, especialmente en su manifestación simbólica.
En ese sentido, “retomar el pensamiento de Castoriadis sin el profundo compromiso político frente a la barbarie del capitalismo, es traicionar. Reducir a Castoriadis a un filósofo o pensador y no a un militante comprometido contra las injusticias, es una forma de traición”, expresó.
Por su parte, Sigifredo Esquivel Marín, de la Unidad Académica de Docencia Superior de la BUAZ, dijo que la mejor forma de celebrar el natalicio de Castoriadis es discutir de manera pormenorizada sus aportaciones y repensar la articulación del individuo en la sociedad y el sujeto político.
Comentó que, a 100 años del nacimiento de Cornelius Castoriadis “organizamos un homenaje a uno de los pensadores más originales y audaces del pensamiento moderno-contemporáneo. Castoriadis vivió y pensó el ser humano y el mundo histórico-social desde una ética finita abierta al juego de la imaginación creadora”.
En ese sentido, dijo que nunca dejó de soñar con la auténtica revolución como autocreación y autonomía. La autonomía fue brújula y piedra de toque de su praxis política y ontología que abreva en los grandes pensadores de Occidente y, al mismo tiempo, guardando fidelidad su espíritu crítico vivo.
“Su vida y su obra estuvieron guiadas por la autonomía no como concepto fijo inamovible sino como idea viva, idea-matriz germinal, que fue clave hermenéutica y práctica en los principales tres campos en que se movía como pez en el agua: la política, la filosofía y el psicoanálisis. Hacer un homenaje a Castoriadis es hacer un homenaje a la libertad indómita del pensamiento y de la creación social, concluyó Esquivel Marín.
