Pese a que las mujeres constituyen poco más de la mitad de la población mundial, el rezago al reconocimiento y oportunidades que presentan es evidente, ya que si se pone en comparación con la población masculina, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), sólo 33 por ciento de los investigadores en el mundo son mujeres, siendo Asia central, con 48.2 por ciento, la región con mayor número de investigadoras; seguida de América Latina y el Caribe, con 45 por cierto.
Por dicha razón en 1915 la Organización de la Naciones Unidas (ONU), declaró el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, esto a bien de visibilizar y reconocer el papel que juegan las mujeres en el ámbito de la ciencia y las ingenierías.
Brenda Fabela Enríquez, estudiante de doctorado en Física en la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tennesse en Estados Unidos, mencionó que, aunque se va avanzado, todavía queda mucho camino por recorrer para que las mujeres sean tomadas 100 por ciento en cuenta en el ámbito científico y profesional.
La ONU estableció el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia
“Algo a lo que yo me he enfrentado es que no hay credibilidad hacia lo que aportan las mujeres, por ejemplo, si yo digo ‘algo se tiene que comprobar’ o bien no se toma en cuenta hasta que viene un hombre y dice lo mismo que yo”, señala.
Comentó que actualmente se encuentra trabajando en un proyecto de investigación relacionado a la búsqueda de materia oscura en condiciones de protones motivada por modelos de super simetría, esto en el campo de Física de partículas, sin embargo, su interés por la ciencia nació justo cuando estaba por entrar a la preparatoria.
Agregó que ha participado en la Olimpiada Nacional de Física, representado a la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ); fue ganadora del premio Lederman, galardón que le permitió realizar una estancia en el Laboratorio Nacional de Aceleradores Fermi (Fermilab), el más grande de Física de Altas Energías de Estados Unidos y el segundo a nivel mundial; al igual que fue guía de recorrido en el Centro Interactivo de Ciencia Zig-zag.
Según el reporte de la Unesco, a nivel mundial la participación de las mujeres en materia de ciencia y tecnología sigue siendo muy baja, ya que sólo se matrícula 3 por ciento en el campo de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), mientras que, en las áreas de ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, 5 por ciento; en ingenierías, manufactura y construcción, 8 por ciento.
Además de que las mujeres no sólo se enfrentan a los prejuicios y estereotipos al momento de dedicarse a estas áreas del conocimiento, sino a toda la carga social en cuanto a roles de género, evidenciando que la brecha aún es muy amplia tanto en lo profesional y salarial, ya que se les paga menos por el mismo trabajo y crecen de manera más lenta en sus centros laborales.
“Hay ocasiones en la que se da un trato diferente, aunque las mujeres seamos igual de capaces, se nos dan menos espacios, mientras que a los hombres se les dan las oportunidades y las condiciones, además de que a las mujeres se les exige más”, finalizó Fabela Enríquez.
