La reforma contra el nepotismo anunciada por la presidenta Claudia Sheinbaum, que busca evitar que familiares de gobernantes ocupen cargos consecutivos, es vista como un avance en la consolidación de la democracia participativa y como un anuncio importante compatible con el reclamo ciudadano en Zacatecas, por Renata Ávila Valadez y Carlos Peña Badillo, integrantes de la 65 Legislatura.
El diputado Carlos Peña Badillo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), señaló que la iniciativa tiene aspectos positivos, especialmente para estados como Zacatecas, donde la hegemonía familiar en el poder ha sido una constante. «Yo creo que esta iniciativa tiene muchas cosas en positivo, sobre todo en Zacatecas, donde hemos conocido una familia que de manera hegemónica ha querido mantener el poder en distintos cargos, en distintos espacios», afirmó.
Matizó que no todos los casos de familiares en el poder son negativos, y que es un fenómeno que se da en todos los partidos y distintos niveles de gobierno, con resultados variados: algunos exitosos y otros fallidos. Sin embargo, “hay familias que han caído en el exceso de querer imponer a costa de lo que sea a un familiar en el cargo, como si fuera un esquema hereditario”, lamentó.
Peña Badillo subrayó la importancia de establecer reglas claras para garantizar que la reforma no restrinja derechos políticos en cargos posteriores, sino en el cargo inmediato y para el mismo puesto.
Expuso que los zacatecanos han reclamado de forma constante medidas para combatir el nepotismo, destacando el ejemplo de Fresnillo y las aspiraciones en la sucesión en el gobierno estatal, por lo que el PRI atenderá el reclamo ciudadano.
Por su parte, la diputada Renata Ávila Valadez, del Partido del Trabajo (PT), destacó que la reforma es crucial para consolidar una democracia participativa, una preocupación central del movimiento de la Cuarta Transformación.
Desde su perspectiva, es necesario abrir foros de discusión tanto a nivel estatal como nacional para analizar los alcances de la propuesta. «Habrá que abrirse foros aquí en la entidad y reportarlo también con la opinión, no solamente de los diferentes institutos políticos y órganos electorales, sino sobre todo la ciudadanía y también en la academia», indicó.
Sin embargo, Ávila Valadez expresó su preocupación por otros aspectos de la reforma electoral, como la posible eliminación de los plurinominales, a la que se opone debido a su importancia histórica para garantizar la representación democrática.
Los espacios de representación proporcional fueron una conquista obtenida por las izquierdas a finales de los años 80 como respuesta al control total que ejercía el régimen priista en ese entonces, expuso la legisladora.
«Ante el uso discrecional de los recursos públicos, el PRI monopolizaba las diputaciones, senadurías y curules de representación proporcional. Las plurinominales surgieron como una solución a las inquietudes de garantizar que todos los mexicanos, independientemente de si votaron o no por el partido gobernante, tuvieran representación», señaló la petista por lo que afirmó que a título personal mantendrá reservas con este aspecto de la reforma.
